Encontrar trabajo a partir de los 40 años, al contrario de los que muchos piensan, no es una tarea tan complicada. Es una buena franja de edad para buscar empleo. Te encuentras en un momento de la vida en el que sumas una cantidad de experiencia y habilidades que hacen que seas un profesional muy cualificado.
El mercado laboral está cambiando constantemente y hay muchas oportunidades para aquellos que buscan una nueva ocupación. En los últimos tiempos ha habido un cambio en la mentalidad y cada vez más las empresas que valoran la diversidad y la experiencia de los trabajadores de mediana edad.
Muchas compañías buscan candidatos que tengan aptitudes y conocimientos únicos, que solo se desarrollan a lo largo de una carrera profesional de décadas. La experiencia acumulada a lo largo de los años es un valor que los jóvenes no tienen, lo que puede marcar una gran diferencia en el desempeño laboral.
Otro punto a favor es que cuando se superan los 40 años se cuenta aún con energía y vitalidad, lo que los hace más atractivos para los empleadores en comparación con los de mayor edad.
Son muchas las personas que consideran que esta es una buena edad para realizar un cambio de carrera. Esfuérzate por reinventarte y actualizarte en las nuevas tendencias productivas.
Si deseas continuar en el mismo sector o te encuentras en una situación de desempleo mantén siempre la confianza en ti mismo para conseguir los objetivos.
En la actualidad, hay mucha más flexibilidad en el mercado laboral y ya no existe el concepto de un trabajo para toda la vida. Por lo tanto, es importante tener una actitud positiva y ser proactivo en la búsqueda de empleo.
No te desanimes y busca oportunidades de trabajo online con las facilidades que aporta la tecnología, ya que hay cada vez más empresas que ofrecen estas opciones.
Cómo aprovechar tu experiencia para encontrar trabajo con más de 40 años
Hay una preocupación generalizada de que las compañías no contratan a personas a partir de los 40, pero esto no es verdad. Muchas están buscando gente con experiencia y competencias consolidadas.
No debes pensar que eres demasiado mayor para que te contraten en cualquier lugar. Es importante recordar que la edad es relativa y que el verdadero valor que se aporta en el trabajo es la experiencia, las habilidades y los conocimientos.
Realiza una autoevaluación
Si te encuentra en búsqueda activa de empleo primero de todo debes conocer y tener claras cuáles son tus fortalezas, los conocimientos que tienes sumados a la experiencia y las habilidades adquiridas a lo largo de los años.
Este conocimiento de ti mismo permite hacerte una idea del momento en el que te encuentras y que puestos de trabajo puedes aspirar, especialmente si quieres dar un vuelco a tu trayectoria profesional y dedicarte a otra cosa diferente a lo que has hecho hasta el momento.
Es fundamental que sepas cómo ponerte en valor y destacar aquello que te hace único. Tómate el tiempo para reflexionar sobre los motivos del cambio y saber qué es lo que realmente quieres hacer.
Valora las habilidades transferibles
La reflexión sobre el cambio de carrera te ayudará a identificar qué aptitudes puedes trasladar para ser competitivo en una nueva faceta profesional.
Las habilidades transferibles son aquellas que se han adquirido en puestos anteriores y que se pueden llevar a otras situaciones profesionales. Identifica estos talentos y muéstralas en tu currículum, carta de presentación y en las entrevistas de trabajo.
Ten en cuenta todas las responsabilidades que has tenido anteriormente y las situaciones con las que te has encontrado, que te servirán para trasladar tu experiencia a otros campos laborales.
Con ello consigues demostrar, además de conocimientos, capacidad de adaptación y flexibilidad. Puede ser un factor diferencial para ser el candidato elegido.
Estudia el mercado de trabajo
Cualquier persona que se encuentre en búsqueda activa de trabajo debe realizar una investigación para mirar las necesidades del mercado laboral, con los empleos que tienen más demanda y estar al tanto de las nuevas tendencias y tecnologías que están surgiendo.
La capacidad de reinventarse y adaptarse es un factor diferencial a favor de cualquier profesional. La flexibilidad es una habilidad altamente valorada por las compañías.
Si no quieres ser un asalariado, puedes considerar emprender tu propio negocio o convertir una idea en un proyecto. Emprender no es fácil, pero puede ser muy gratificante y te permite hacer algo que te apasiona.
También tienes la opción de hacerte autónomo y buscar clientes, convirtiéndote en un experto en tu materia. En cualquiera de los casos, no te pongas limitaciones a ti mismo.
Averigua que requisitos que necesitas
Investiga los requisitos y habilidades necesarias para los cargos a los que te gustaría aplicar. Analiza las competencias que piden en la oferta y la formación académica exigida.
Para encontrar las ofertas laborales revisa las bolsas de trabajo de empresas, webs de empleo y redes sociales profesionales como LinkedIn. En estos sitios tendrás a tu disposición toda la información sobre las características de los puestos y las exigencias necesarias para enviar la solicitud.
Fórmate
Capacitarse es una herramienta fundamental en un mercado laboral en constante evolución y que pide una especialización en determinados sectores. Por ello, la formación es una inversión necesaria para mejorar las posibilidades de empleabilidad.
Existen múltiples opciones para estudiar, tanto presenciales como online. Las plataformas en línea ofrecen numerosas oportunidades de aprendizaje, desde cursos gratuitos hasta programas de máster con titulación reglada.
Muchas compañías y organizaciones ofrecen cursos y formación a sus empleados, por lo que también puedes investigar esta posibilidad. Ten en cuenta que para según qué cargos es obligatorio e imprescindible tener algunas titulaciones y certificaciones.
Especializarse en una determinada área es un factor diferencial en la búsqueda de fuentes de ingresos, así como dominar las nuevas tecnologías y estar al día de las tendencias más novedosas.
No te subestimes
A la hora de buscar un trabajo con más de 40 años, es común sentir una cierta inseguridad en cuanto a la aceptación por parte de los empleadores y compañeros más jóvenes. Esto puede llevar a subestimarse y no creer en las propias capacidades, pero es importante tener en cuenta que la edad puede ser una ventaja en muchos aspectos.
Es posible que algunas personas hagan bromas o comentarios respecto a la edad, pero esto no debe ser motivo para perder la confianza en uno mismo. De hecho, la experiencia y madurez en esta franja de la vida están muy valoradas, sobre todo en puestos que requieren toma de decisiones y liderazgo.
También es común preocuparse por los requisitos salariales y pensar que no serán aceptados. Pero es importante tener en cuenta que la experiencia y habilidades adquiridas a lo largo de los años justifican un buen sueldo.
Así que no pienses nunca que es demasiado tarde para conseguir un buen empleo o cambiar por completo la trayectoria profesional. Mucha gente lo ha conseguido con anterioridad. Está lleno de ejemplos. No hay razón para pensar que tú no puedas hacer lo mismo.
Adapta el currículum
El CV muestra toda tu vida laboral. Este documento enseña toda tu experiencia, pero debe adaptarse a tus necesidades de futuro para que se ajuste a las características de la oferta de trabajo por el cual presentes solicitud y llamar la atención de los reclutadores.
El currículum tiene que reflejar todas tus habilidades y trayectoria de una manera concisa y clara. Es importante centrarse en la experiencia laboral que tenga que ver con el puesto al que se está aplicando y destacar las habilidades transferibles.
Si has realizado estudios, especialmente si están relacionados al cargo al que optas, deben estar incluidos en el currículo para que los responsables de RRHH conozcan todo tu potencial. Además, es importante actualizar y añadir las certificaciones y habilidades adquiridas a lo largo de los años.
Acompáñalo de una foto reciente y una carta de presentación, bien escrita y centrada en lo que puedes aportar gracias a tu experiencia y conocimientos.
Perfecciona la presentación
Efectuar una buena presentación es clave para destacar y entrar en un proceso de selección. Es fundamental perfeccionar tanto la carta de presentación como la presentación del perfil de LinkedIn, porque es donde destacas aspectos diferentes de la información que aparece en el currículum
Remarca tus puntos fuertes y funciones principales para llamar la atención de los responsables de RRHH.
Presta atención a la redacción y evita errores en los documentos y comunicaciones que envíes. No olvides ningún punto relevante, ya que puede marcar la diferencia entre ser seleccionado o descartado.
Tienes que optimizar el CV para los sistemas de seguimiento de candidatos (ATS) que utilizan muchas empresas en su proceso de selección. Incluye palabras clave relevantes y confirma que cumpla con los requisitos específicos de la oferta de trabajo. De lo contrario, puedes ser descartado automáticamente sin que un ser humano llegue a leerlo.
Si desarrollas marca personas debes asegurarte que está bien cuidada. Mejora la presencia online y demuestra conocimientos.
Prepara la entrevista
Preparar la entrevista de trabajo es crucial para causar una excelente impresión a los representantes de la empresa. Una vez agendado el encuentro debes investigar a la compañía y el puesto por el cual presentaste solicitud.
Prepara respuestas convincentes para las preguntas más comunes que te puedan hacer para que no te pillen por sorpresa. Muestra entusiasmo y seguridad en todo momento.
Ten en cuenta especialmente aquellas cuestiones que estén relacionadas con la edad, como el hecho de tener un superior más joven. Destaca tus fortalezas y capacidad de adaptación a nuevos entornos laborales y recuerda que tienes una experiencia que es muy valiosa.
No centres el discurso en la edad, sino en la pasión y lo que eres capaz de aportar con una experiencia y recorrido profesional contrastados.
Si haces un cambio de carrera explica los motivos y objetivos que te llevaron a tomar la decisión.
Para destacar en la entrevista ten en cuenta otros aspectos como vestir adecuadamente para la ocasión, llevar copias del currículum y de cualquier otra documentación relevante, preguntar sobre el proceso de selección y los plazos para recibir una respuesta, y agradecer la oportunidad de darte a conocer, así como enviar un correo electrónico de seguimiento después de la entrevista.
Aprovecha tus contactos
Tener una red de contactos sólida abre muchas puertas. Pasados los 40 años has podido tejer una red profesional lo suficientemente amplia como para estar conectado con muchas personas de diferentes sectores.
Aprovecha para hacerles saber a todos que están en búsqueda activa de trabajo, porque nunca se sabe de dónde puede surgir una oportunidad laboral. Al mismo tiempo contacta con técnicos de RRHH para darte a conocer.
Habla con amigos, conocidos, familiares, antiguos compañeros de trabajo y cualquier otra persona que pueda ayudarte en la búsqueda de empleo. No tengas miedo de hacerles saber que tienes este objetivo.
Al principio puede parecer un poco intimidante, pero es importante que te pongas en contacto con ellos y les informes de tus planes. No subestimes a aquellos contactos que creas que no están relacionados con tu área laboral, ya que siempre pueden conocer a alguien que esté buscando a un profesional con tus características.
LinkedIn es una excelente plataforma para establecer estas conexiones. En el cuadro de búsqueda escribe recursos humanos para que te aparezcan. También puedes realizar la indagación si lo haces a través de la empresa y miras las personas que forman parte de ella.
Aprovecha para mirar en el perfil de la compañía si tienen ofertas publicadas y las características y especificaciones de ellas.
Aprovecha para unirte a grupos de tu sector o el que te interese en las redes sociales para conocer a gente de la industria y participar en eventos de networking, conferencias y charlas.
Recuerda que nunca sabes de donde puede surgir una oportunidad laboral, por lo que debes estar siempre preparado y dispuesto a establecer sinergias con otros profesionales.
Emprender: una oportunidad para crear tu propio camino
Valora la posibilidad del autoempleo como una opción para encontrar trabajo después de los 40 años. Emprender tu propio proyecto es factible aprovechando la experiencia adquirida en tu vida laboral.
Emprender significa crear algo desde cero, ya sea un producto, servicio o negocio. A menudo, implica tomar riesgos, pero también es una experiencia gratificante por tomar el control de tu futuro y construir algo que sea tuyo.
Los emprendedores tienen la libertad de tomar sus propias decisiones y de trabajar en lo que realmente les apasiona. No tienen que responder a un jefe o a un horario establecido.
Otra ventaja es la capacidad de innovar, la de crear productos o servicios que no existen actualmente en el mercado o mejorar los que ya están disponibles.
También existen riesgos, ya que puede requerir sacrificios financieros y personales, así como un trabajo constante. Tienes que poner todo el esfuerzo y estar preparado para superar obstáculos y fracasos.
Si estás considerando emprender, tienes que elaborar un plan de negocio que incluya objetivos claros, estrategias de marketing, análisis de la competencia y proyecciones financieras.
Así conocerás los recursos necesarios para poner en marcha el negocio, con los posibles ingresos y gastos. Para arrancar es posible que necesites financiamiento y asesoría.
Razones de la dificultad para encontrar empleo
Existen varias razones por las que puede resultar difícil para una persona de más de 40 años encontrar trabajo:
- Prejuicios de edad: en algunos casos existe la percepción común de que los trabajadores a partir de cierta edad son menos productivos, adaptables a los cambios y más costosos que los más jóvenes.
- Falta de habilidades actualizadas: es posible que la persona tenga habilidades desactualizadas, especialmente las relacionadas con las nuevas tecnologías, o que requiera capacitación adicional para ponerse al día.
- Competencia con los más jóvenes: los empleadores pueden preferir a los candidatos más jóvenes debido a su energía, su disposición a trabajar largas jornadas y aceptar salarios más bajos.
- Dificultades de adaptación: en algunos casos, una persona que ha estado durante mucho tiempo en un mismo sector o empresa puede encontrar difícil adaptarse a una nueva cultura laboral o entorno de trabajo.
- Problemas de salud: a medida que las personas envejecen, existe la posibilidad que aparezcan problemas de salud, que afectan a las capacidades o provocar periodos de baja. También acumular situaciones de estrés.