Cuando tienes una familia o compartes domicilio con otras personas, las distracciones pueden ser una causa importante de improductividad si haces teletrabajo. Encontrar soluciones eficientes a esta situación es de suma importancia para tener un rendimiento adecuado.
Uno de los remedios más eficaces es el de aprovechar al máximo las horas en que el resto de personas duermen para tener silencio y poder concentrarte. Eso significa levantarse antes por la mañana, un hábito que para muchos seguro que significa un extra de fuerza de voluntad.
Tener la motivación necesaria para madrugar es un elemento fundamental para conseguir hacerlo. Levantarse temprano de la cama y dejar el colchón atrás supone un desafío. Pero los resultados que aporta en materia de rendimiento son elevados si tienes hijos pequeños y no quieres sufrir interrupciones.
Las primeras horas del día marcan como se producirá la jornada. Es importante después de que suene la alarma del despertador y te levantes de la cama crear rutinas para ponerte a trabajar temprano antes de que la casa despierte. Saber priorizar y crear una agenda permite tener una mejor gestión del tiempo y arrancar con energía.
Tampoco es necesario tal y como te levantas de la cama sentarte en la silla ante el escritorio y el ordenador para tener un día exitoso. Tómate tu tiempo. Cada uno necesita un ritmo diferente, aunque no te entretengas.
En los primeros instantes de la mañana evita el teléfono, las notificaciones y las redes sociales para no tener distracciones que te impidan aprovechar el tiempo. Mientras te acabas de despertar puedes revisar la bandeja de entrada del correo electrónico.
Para asegurar el rendimiento es del todo necesario dormir las horas necesarias y descansar correctamente para no estar cansado. Solo de esta manera conseguirás mantener el foco y asegurar la productividad en tu jornada laboral.
Consejos para trabajar por la mañana mientras la familia duerme
Levantarse temprano tiene que servir para cumplir con las tareas pendientes. La confección de un calendario diario con metas realistas y la creación de hábitos proporcionan un horario productivo y la buena administración de la jornada.
Son instrumentos que para trabajar desde casa sirven para no mezclar vida personal y profesional, que no se solapen, que no ocupe el tiempo que quieres dedicar a tu familia.
Cuando se despiertan los niños la mañana puede ser agitada por el ruido que provocan y las atenciones que debes realizarles. Así que toma estos consejos para aprovechar las primeras horas del día.
Prepara la jornada la noche antes
La mejor opción cuando te levantes es que ya tengas la jornada planificada, con una agenda con todas aquellas tareas que debas realizar. La noche antes prepara todo lo que tengas que hacer durante el día siguiente.
Así cuando te despiertas por la mañana ya tienes claro cuáles son aquellas labores que tienes que realizar primero, sin perder tiempo. Además es una manera de ir más tranquilo.
También efectúa aquellas acciones de tu vida familiar que te harán ganar tiempo, como dejar preparada la ropa de los niños, el material que necesitan para ir a la escuela o el almuerzo que se llevarán.
Cuanto menos tiempo tengas que dedicar a tomar decisiones fuera del ámbito laboral, más tiempo tendrás para dedicarle a las tareas profesionales por la mañana recién levantado de la cama.
Calcula bien el tiempo que vas a necesitar para cada tarea y no te pases con el número que quieras hacer, porque surgen imprevistos.
Ir a dormir siempre a la misma hora
Dormir correctamente y descansar las horas necesarias es de vital importancia para la salud de la persona y para que su productividad sea la adecuada. Una buena rutina es la de ir a la cama cada noche a la misma hora, para dormir siempre el mismo tiempo y que el cuerpo y la mente puedan reponerse.
Los especialistas marcan dormir entre 7 y 8 horas diarias cada día, aunque cada persona es diferente. La cantidad necesaria depende de muchos aspectos, como la actividad física y mental que realiza diariamente. Cuanto antes quieras levantarte por la mañana, antes tendrás que ir a dormir.
Con un sueño reparador diario, costará menos levantarse cuando suene el despertador. Con el paso del tiempo y el hábito adquirido seguro que es más fácil porque el cuerpo ya está acostumbrado.
Si quieres despertarte temprano, debes ir a dormir a una hora razonable. Cuanto mejor puedas descansar, menos te costará levantarte y te notarás más descansado después de un sueño reparador.
Levántate cuando suene la alarma, no te quedes más tiempo en la cama porque corres el riesgo de quedare dormido.
Establece rutinas matutinas
Cada mañana recién levantado de la cama efectúa una rutina matinal que establezca el inicio de la jornada. De esta manera tendrás puesto el piloto automático en esos primeros instantes del día en los que aún estás medio dormido y tu cerebro se tiene que acabar de despertar.
Entre las acciones a efectuar están las de ducharte, vestirte, hacer ejercicio, yoga, meditar, leer, desayunar o tomarse una taza de café, té o un zumo, lo que prefieras. Son tareas que te ayudan a prepararte antes de ponerte a trabajar.
Las rutinas al principio pueden suponer un gran esfuerzo, como el hecho de levantarse temprano, pero el cuerpo y la mente se acostumbran con el tiempo
Marca un horario
Es recomendable realizar rutinas antes de iniciar la jornada laboral en casa por la mañana, pero estas actividades no se pueden alargar, o no servirá de nada levantarse pronto y aprovechar que el resto de personas continúan durmiendo.
Establece una hora de inicio para tus tareas laborales. Cumple la programación para no perder productividad. Tienes que ser disciplinado.
Visualiza los objetivos
Si te ayuda para tener a la vista una programación, apúntala en un papel, una libreta o una pizarra que tengas en casa. Enumera las tareas y los objetivos que tengas para esa jornada. Los puedes ir tachando a medida que los vayas cumpliendo. Te ayudará a motivarte y a seguir adelante hacia la siguiente meta.
Esta lista, si lo prefieres, la puede tener en el ordenador, el teléfono móvil o la tablet con una aplicación. Elige la modalidad que más te guste o creas que te va mejor.
Primero haz lo más complicado
Las tareas más complicadas del día y que requieren un mayor esfuerzo mental es preferible realizarlas en primera instancia, porque si las dejas para más adelante cada vez te costará más afrontarlas porque sabes que tienen su complejidad.
En cambio, si las llevas a cabo en un primer momento y las completas te quitas un peso de encima y las siguientes tareas que debes afrontar te parecen más fáciles de realizar.
Efectuar estas labores cuando todo el mundo duerme te permite tener los máximos niveles de concentración.
Beneficios de madrugar
Hacer las mañanas productivas y despertarse antes que la familia tiene ventajas en el ámbito laboral y personal. Con un horario bien definido los beneficios son múltiples:
- Más tiempo para uno mismo
- Tienes más energía
- Aumenta la productividad
- Incrementa la creatividad
- Desarrolla la organización
- Planificas mejor el día
- Desarrolla las funciones cognitivas
- Reduce el estrés
- Obtienes mayor flexibilidad
- Mejora la calidad del sueño
