La pantalla del ordenador es una de las partes más sensibles y más expuestas al uso diario. Mantenerla limpia no es una cuestión estética, sirve para tener una mejor visibilidad, reducir la fatiga ocular y prolongar la vida útil del dispositivo.
Es habitual que se acumule polvo, huellas dactilares, grasa e incluso pequeñas salpicaduras de líquidos que resultan molestas a la vista.
Debes saber que se trata de una superficie delicada y por este motivo tienes que aplicar productos adecuados y limpiarla de manera correcta para no ocasionar ralladuras, deteriorar los recubrimientos antirreflejo o dejar manchas permanentes difíciles de eliminar.
Seguir un procedimiento correcto y las recomendaciones de los fabricantes permitirá tener una visión más nítida, un uso más cómodo y una mayor durabilidad para tu monitor.
Materiales necesarios para limpiar la pantalla
Utilizar los productos correctos para la limpieza de la pantalla del ordenador garantiza una higiene eficaz y evita daños irreversibles en la superficie.
Paño de microfibra
Es la herramienta más segura y efectiva. Su tejido suave no deja pelusas, evita ralladuras y permite atrapar el polvo con facilidad.
Solución de limpieza
Agua destilada: perfecta para higienes ligeras, ya que no contiene minerales que dejen marcas.
Mezcla de agua destilada y alcohol isopropílico (70/30): ideal para manchas más persistentes, huellas dactilares o grasa. Esta mezcla se evapora rápido y no estropea la superficie.
Limpiadores específicos para pantallas: diseñados para pantallas LCD, LED y OLED. Su fórmula es segura y cómoda de aplicar.
Botella con pulverizador (opcional)
Permite aplicar la solución sobre el paño de forma uniforme. Es importante recordar que el líquido nunca debe aplicarse directamente sobre el monitor.
Guantes de microfibra o de látex (opcional)
Aunque no son imprescindibles, impiden nuevas huellas dactilares durante el proceso, sobre todo en pantallas grandes.
Precauciones antes de empezar
Antes de proceder, es importante tener en cuenta una serie de precauciones básicas para garantizar la seguridad del dispositivo, la eficacia del proceso y la protección personal.
Apagar el ordenador y desconectarlo de la corriente
Siempre se recomienda realizar la limpieza con el equipo apagado. De esta forma, se evitan descargas eléctricas accidentales y se reduce el riesgo de dañar los componentes internos si el líquido entra en contacto con ellos. Con la pantalla apagada las manchas y huellas son más fáciles de identificar.
Dejar enfriar el aparato si estaba encendido
Algunos se calientan tras un uso prolongado. Limpiar mientras están calientes aumenta el riesgo de evaporación rápida de los líquidos y la formación de manchas.
No aplicar líquidos sobre la superficie
Pulverizar, rociar o verter soluciones de forma directa hace que el líquido se filtre por los bordes y llegue al interior del monitor, causando fallos electrónicos irreversibles. Siempre se debe humedecer el paño de microfibra, nunca la pantalla.
Evitar productos químicos agresivos
Productos como el amoníaco, la acetona, el vinagre o el alcohol etílico perjudican a los recubrimientos protectores y antirreflejo, dejándola opaca o con manchas permanentes.
Trabajar en un entorno adecuado
Es preferible realizar la higienización en un lugar bien iluminado para detectar la suciedad, y libre de polvo excesivo que pueda volver a depositarse durante el proceso.
Procedimiento de limpieza
Debe realizarse en dos fases: primero una limpieza en seco para retirar el polvo superficial y luego, si es necesario, un saneamiento en húmedo para eliminar manchas más persistentes.
Limpieza en seco
Es un paso para el mantenimiento regular y para evitar que el polvo acumulado se incruste en la superficie.
Toma un paño de microfibra seco y pulcro.
Pásalo suavemente sobre la pantalla con movimientos circulares o en una sola dirección (de arriba hacia abajo o de izquierda a derecha).
Evita presionar demasiado; la idea es atrapar el polvo, no empujarlo contra la superficie.
Si solo tiene polvo, con este paso es suficiente.
Limpieza en húmedo
Si persisten huellas dactilares, grasa u otras manchas visibles, será necesario un procedimiento más profundo.
Prepara la solución de higienización. Tienes diferentes opciones:
- Agua destilada sola.
- Una mezcla de 70% agua destilada y 30% alcohol isopropílico.
- Un limpiador específico para pantallas.
Humedece un poco el paño de microfibra con la solución. Nunca lo empapes.
Realiza movimientos suaves y uniformes en el monitor. Concéntrate en las zonas con manchas, sin frotar con fuerza.
Con un segundo paño de microfibra seco, repasa la superficie para eliminar cualquier resto de humedad y evitar marcas.
Espera unos minutos antes de encender de nuevo la computadora, asegurándote de que la superficie esté seca.
Recomendaciones adicionales
Realiza el saneamiento de manera periódica para evitar acumulaciones difíciles de quitar.
Si aparece una mancha persistente, repite el proceso en lugar de aplicar más presión.
No uses nunca movimientos bruscos ni materiales abrasivos.
Cuidados posteriores y mantenimiento
Aplica hábitos de cuidado y prevención que reduzcan la acumulación de polvo, grasa y manchas. Con estas prácticas, alargarás la vida útil del monitor y evitarás higienes profundas frecuentes.
Limpieza periódica
Realiza una friega en seco con un paño de microfibra al menos una vez por semana. Evitará que el polvo se adhiera y forme una capa difícil de retirar.
Evita tocar la pantalla si no es necesario
Las huellas dactilares son una de las principales causas de manchas. Acostúmbrate a ajustar el ángulo del monitor desde la base o el soporte, no desde el panel.
Mantén el entorno libre de polvo
Aspira o asea de manera habitual el escritorio y las superficies cercanas. Un ambiente menos polvoriento reduce la frecuencia de limpieza del monitor.
Guarda el paño de microfibra de forma apropiada
Después de usarlo, colócalo en una bolsa o funda pulcra para evitar que acumule polvo o partículas que luego rayen el dispositivo.
Evita comer o beber cerca del ordenador
Restos de comida, salpicaduras de café o bebidas azucaradas deterioran la pantalla si entran en contacto con ella.
Protección adicional en portátiles
Cuando cierres un portátil, comprueba que no haya suciedad o partículas entre el teclado y la pantalla, ya que dejan marcas o ralladuras al presionar.
Uso de filtros o protectores de pantalla (opcional)
Un protector antirreflejo o de privacidad no solo mejora la visualización, sino que también añade una capa de protección contra manchas y ralladuras.
Errores comunes que debes evitar
Cuando tienes tecnología en tus manos, siempre debes ir con cuidado para que esté en las mejores condiciones, no falle y se mantenga en óptimas condiciones para garantizar su rendimiento.
Existen usos que causan daños de forma irreversible. Así que evita las siguientes prácticas:
Utilizar papel de cocina, servilletas o trapos ásperos
Estos materiales parecen inofensivos, pero su textura rugosa genera microarañazos en la superficie, deteriorando progresivamente el recubrimiento antirreflejo y afectando la calidad de la imagen.
Aplicar líquidos sobre la pantalla
Pulverizar agua, alcohol o cualquier producto de forma directa aumenta el riesgo de que el líquido se filtre por los bordes y alcance los circuitos internos, provocando daños irreparables.
Emplear productos químicos agresivos
Limpiadores multiusos, amoníaco, vinagre, acetona o alcohol etílico deterioran los recubrimientos protectores, dejando manchas opacas permanentes o afectando la uniformidad de la superficie.
Ejercer demasiada presión
Frotar con fuerza para eliminar manchas resistentes de forma temporal los píxeles o, en el peor de los casos, provocar puntos muertos en el monitor.
Usar aerosoles cerca de la pantalla encendida
Además de ser peligroso para los componentes internos, el calor de una pantalla encendida acelera la evaporación del líquido y dejar marcas visibles.
Ignorar la limpieza regular
Dejar que el polvo y la grasa se acumulen complica las futuras limpiezas, aumentando la probabilidad de tener que aplicar más fuerza o productos más agresivos.





