Trabajar desde casa es una modalidad que ofrece mayor flexibilidad y comodidad que estar en una oficina. Pero para algunas personas supone un problema para desconectar después de la jornada laboral.
La principal razón es la ausencia de un espacio físico que marque la separación entre el empleo y la vida personal, que se une a la facilidad de seguir con las tareas fuera del horario establecido. Estas causas hacen que desconectar sea un desafío real.
Tener un equilibrio entre la parte privada y profesional es vital para el bienestar del individuo, para tener una buena salud mental y física. El cerebro lo necesita para no tener un desgaste excesivo que pueda terminar en casos de estrés, ansiedad o más graves.
Para conseguir este objetivo es necesario materializar una estrategia y unas rutinas que funcionen, para tener tiempo libre y dedicarlo a tus relaciones sociales, familiares y afectivas, y tus pasatiempos preferidos.
Causas de la dificultad para desconectar en el teletrabajo
Los motivos que impiden poder realizar de forma efectiva la desvinculación entre las dos facetas son varios:
Falta de separación física
Dentro del domicilio solapas dos realidades, sin salir de casa para desplazarte a tu puesto de empleo. Además es posible que no tengas una habitación dedicada exclusivamente a tu home office. Depende de las dimensiones y las características de la vivienda.
En esta situación obliga que tengas el despacho en un lugar destinado para otras ocupaciones. Esta circunstancia dificulta la separación entre la vida familiar y la profesional.
Facilidad para trabajar fuera del horario
El teletrabajo se caracteriza por tener más flexibilidad en cuanto a los horarios. Pero esta libertad puede llevar a estar ocupado más allá del horario establecido, ya que no se produce esa sensación de finalización cuando tienes que hacer un desplazamiento de la oficina a casa.
Este escenario provoca dificultad para la desconexión y que la jornada laboral se alargue demasiado.
Sensación de que siempre hay algo por hacer
Es posible que aparezca el pensamiento que siempre hay alguna tarea por hacer, una impresión ligada al volumen de trabajo. Esto amplía la jornada laboral para cerrar temas, porque si no se efectúan aparece cierta sensación de culpabilidad.
Este sentimiento comporta que sea difícil desconectar para dedicarse a otras actividades que no estén relacionadas con el puesto de empleo.
Falta de límites claros entre el empleo y la vida privada
Existe el riesgo que se difumine el límite entre tu intimidad y tu oficio si no se es consciente. Conlleva que momentos en que normalmente dedicarías a actividades personales estés ocupado con obligaciones laborales, como durante los fines de semana o por la noche, lo que lleva a un agotamiento mental y físico.
Comporta que tengas la impresión de estar ocupado todo el tiempo, casi sin descanso.
Dificultad para desconectar digitalmente
La tecnología se encuentra en cualquier lugar. El trabajo remoto se basa en estar conectado a internet, con el ordenador o el teléfono móvil, a través del correo electrónico, la mensajería instantánea o las videollamadas.
Son herramientas digitales indispensables que necesita todo teletrabajador. Esta realidad hace que sea fácil seguir con las tareas después de la jornada laboral, ya sea respondiendo emails o mensajes.
Disponibilidad completa
En algunas empresas y en puestos en concreto se fomenta que siempre debas estar disponible por si te necesitan o se produce alguna urgencia. Si no se ponen límites es una situación que se alarga en el tiempo y provoca que te sientas presionado a estar siempre conectado y a disposición.
Consejos para desconectar al terminar la jornada cuando trabajas desde casa
Para maximizar la productividad y mantener un sistema saludable es básico tener la capacidad de desconectar cuando concluyes la jornada, ya que te mantienes en el mismo espacio, dentro del domicilio.
Confeccionar un calendario y asegurar una buena comunicación con compañeros y clientes son vías imprescindibles para conseguirlo.
Es importante encontrar lo que funciona mejor para ti y materializarlo como una parte de tu rutina diaria. Aquí tienes recomendaciones para tu día a día para conseguirlo:
Establece un horario y respétalo
Define un horario que esté bien definido y establece límites para la jornada laboral, para que quede claramente establecido el tiempo de trabajo y el tuyo propio. Una vez que hayas marcado tu programación, respétala y evita trabajar fuera del periodo que tienes determinado.
Realiza una planificación concreta, tanto de los periodos en los que tienes que estar centrado en las tareas profesionales como de los descansos.
Crea un espacio físico
Si tu vivienda lo permite, confecciona un espacio físico para transformarlo en tu despacho y que esté dedicado exclusivamente a las obligaciones laborales. De esta manera, cuando salgas de ese lugar, simbólicamente sales del empleo y entrando en la vida personal.
Tiene que ser un lugar con una mesa y un entorno donde puedas poner todos los accesorios y el material que necesitas para desarrollar tus tareas.
Marca objetivos realistas
Realiza una planificación acurada en cada jornada con objetivos realistas, que puedas cumplir. Si ves que no llegas y el volumen es demasiado elevado, cambia la programación o la estrategia que desarrollas para alcanzar las metas.
Tienes que saber cuáles son tus límites i amoldarte a ellos, para no ponerte una presión excesiva. Debes saber priorizar.
No dejes nada a la vista
Si tienes una habitación dedicada exclusivamente a ser una oficina en casa, no entres en la estancia fuera de tu horario de trabajo. En igual sentido, si no tienes una ubicación específica, guarda en un sitio que no sea visible la computadora y el resto de dispositivos y material que utilices.
Deja el lugar limpio y despejado. Ocultar todos estos objetos relacionados con tu profesión te facilita apartar de tus pensamientos los asuntos relacionados con el empleo.
Comunica tus límites a los compañeros
Informa a tus jefes, compañeros de trabajo y clientes acerca de tus horarios, para que sepan que no estarás disponible fuera de ellos. Servirá para evitar que te contacten o esperen una respuesta fuera de esta planificación.
Deshabilita las notificaciones fuera de horario
Desactiva las notificaciones de trabajo en tus dispositivos electrónicos fuera del horario laboral. Esta acción te permite evitar la tentación de revisar tu correo electrónico o responder mensajes de carácter profesional durante tu tiempo libre.
Deshabilitar las notificaciones es una acción que la puedes hacer manualmente o bien tenerla automatizada para no tener que pensar en ello cada día.
Apaga los dispositivos
Apagar el ordenador simboliza terminar la jornada laboral, porque es la herramienta principal de tus tareas. Poner el móvil en silencio, especialmente si tienes dedicado en exclusiva uno para tu cargo, también es la solución para poner fin.
Quítate la presión de tener la sensación de tener que estar siempre disponible, para atender una llamada o contestar un email.
Realiza actividades que te diviertan
Encuentra actividades de ocio que te gusten y dedícales tiempo. Te proporcionará un equilibrio saludable y desconectar, porque tienes la mente dedicada a otras cosas, que además te entretienen. Elige las que te aporten más bienestar, desde manualidades, leer, pintar, formarte o cocinar.
Haz ejercicio
El ejercicio físico es una excelente solución para la salud mental y física. Es importante hacerlo cada día. Te sentirás mejor. Practica un deporte, toma clases de baile o simplemente sal a pasear. Si no puedes ir al gimnasio o hacer ejercicio al aire libre, busca videos e internet i hazlos en casa.
Practica la meditación
Realizar ejercicios de la meditación o relajación ayuda a reducir el estrés y desconectar de todo. Cada día dedica unos minutos a estas actividades para centrarte en el momento presente y despejar la mente. Hay muchas aplicaciones y videos en línea que te pueden guiar.
Dedica tiempo a las relaciones personales
Es importante que diariamente destines un espacio a las relaciones personales, ya sea con tu pareja, familia o amigos. Así consigues crear un equilibrio saludable entre la vida privada y la profesional.
Beneficios de desconectar del trabajo
Las ventajas de saber desconectar de la rutina de tu puesto son evidentes. Sirven como herramienta para cuidar de uno mismo y proporcionan un aumento de la calidad de vida en general.
Reduce el estrés y la ansiedad
Desconectar después del trabajo proporciona relajación y reducir el estrés que te pueda producir tus responsabilidades profesionales. Al dedicar tiempo a ocupaciones que te satisfacen y que no estén relacionadas con las actividades laborales, te facilita relajarte y liberar la tensión acumulada.
Mejora la calidad del sueño
Proporciona un impacto positivo en la calidad del sueño porque contribuye a relajarte y preparar tu mente y cuerpo para un buen descanso durante la noche. Si antes de dormir estás pensando en temas de trabajo, el cerebro continúa activo y en modo alerta, lo que puede dificultar la transición al sueño profundo y reparador.
Aumenta la productividad
Favorece poder recargar baterías y aumentar tu productividad en tus funciones profesionales. El cerebro se vuelve más eficiente y aleja problemas como los errores por agotamiento, la falta de concentración y la procrastinación. Te facilita comenzar el día siguiente sintiéndote más fresco y enfocado.
Incrementa la creatividad
Dedicar tiempo a quehaceres que te gustan y aportan bienestar, que no tienen ninguna relación con tu actividad profesional, hace que obtengas nuevas ideas y perspectivas que seguro te ayudan en tus responsabilidades laborales.
Mantiene la motivación
No estar continuamente enfocado en las tareas del empleo hace que la motivación no decaiga porque te permite tomar un descanso de estas obligaciones. Arrancas en día siguiente con más entusiasmo y enfocado en las prioridades.
Fortalece las relaciones personales
Conceder tiempo a las personas que tienes alrededor es un gran beneficio para sentirte mejor. Brinda un periodo cada día a tu pareja, familia o amigos, porque es una vía esencial para mantener lazos. Préstales atención. Son una fuente de apoyo y es positivo para la salud emocional. Te permitirá ser más feliz.
Mejora la salud mental y física
Todos estos aspectos comentados hacen que te sientas mejor porque no estás constantemente enfocado en el empleo, situación que hace difícil encontrar tiempo para cuidar de uno mismo. La desconexión permite reducir el agotamiento general y la tensión muscular, además de aumentar la energía para afrontar cualquier desafío.