Hablar de errores en una entrevista de trabajo parece arriesgado, pero en realidad es una gran oportunidad para demostrar quién eres como profesional más allá del currículum. Lejos de buscar la perfección, los reclutadores valoran a quienes muestran humildad, autoconocimiento y capacidad de aprender de la experiencia.
Cuando entre la vorágine de cuestiones para conocerte mejor te lanzan la pregunta “¿Qué errores has cometido en tus anteriores puestos de trabajo?”, la mejor opción es saber elegir los adecuados, explicarlos con claridad y enfocarte en el aprendizaje y la mejora es lo que convierte una posible debilidad en una fortaleza.
No se trata de confesar fallos catastróficos, sino de mostrar que has tenido momentos complicados, que los afrontaste con responsabilidad y que ahora eres más competente gracias a ello.
Todos cometemos errores. Es humano, pero no todos saben convertirlos en lecciones valiosas. Si logras transmitir eso en tu respuesta, no solo superarás con éxito una de las preguntas más difíciles de la entrevista laboral, sino que también reforzarás tu imagen como un profesional consciente, resiliente y en constante evolución.
La forma en la que se responde dice mucho más sobre la actitud y la inteligencia emocional del aspirante que sobre el desacierto en sí mismo. Es la manera de dejar la mejor impresión.
¿Qué busca el entrevistador con esta pregunta?
Cuando un entrevistador pregunta “¿Qué errores has cometido en tus anteriores trabajos?”, no lo hace para juzgarte o desacreditar tu trayectoria, sino para analizar aspectos clave de tu perfil profesional que no siempre se reflejan en el currículum.
Evaluar tu nivel de autoconocimiento
Quiere saber si eres capaz de hacer una evaluación objetiva de ti mismo. Reconocer una equivocación demuestra que tienes la capacidad de observar tus propias acciones con espíritu crítico y sin estar a la defensiva.
Medir tu honestidad y transparencia
No admitir nunca haber cometido una torpeza parece una respuesta perfecta, pero en realidad levanta sospechas. Un candidato honesto que admite fallos, sin caer en la autodescalificación, produce más confianza que alguien que pretende ser infalible.
Observar cómo manejas la responsabilidad
Asumir la responsabilidad de tus actos, en lugar de culpar a factores externos o a terceros, es una señal de madurez profesional. El entrevistador busca detectar si evades la culpa o si, por el contrario, asumes tus decisiones con integridad.
Conocer tu capacidad de aprendizaje
Uno de los aspectos más valorados en un profesional es su capacidad para aprender de los errores y adaptarse. Una respuesta bien construida demuestra que un fallo en el pasado te llevó a mejorar tus habilidades, ajustar tus procesos o crecer como profesional.
Identificar patrones de comportamiento
Si el fallo que mencionas revela un problema recurrente o una debilidad incompatible con el puesto al que postulas, el reclutador lo tomará en cuenta. Por eso, es fundamental elegir cuidadosamente qué fiasco compartir y cómo presentarlo.
Cómo estructurar una buena respuesta
Responder a la cuestión requiere equilibrio: ni minimizar el error hasta que parezca irrelevante, ni dramatizarlo hasta poner en duda tu capacidad profesional. Muestra que fue un momento de aprendizaje y que, gracias a él, hoy eres un mejor profesional.
Para lograrlo, utiliza una versión adaptada del método STAR, muy útil para estructurar respuestas en entrevistas. Esta técnica te permite organizar tu respuesta de forma clara y lógica:
S: Situación
Comienza explicando el contexto en el que ocurrió. Describe brevemente el entorno laboral, el proyecto o las condiciones que dieron lugar al fallo.
“En mi primer año como coordinador de proyectos, estaba liderando una campaña de marketing con un equipo nuevo y plazos muy ajustados.”
T: Tarea
Describe cuál era tu responsabilidad o función concreta en esa situación. El entrevistador entenderá tu rol y qué se esperaba de ti.
“Mi tarea era coordinar los entregables del equipo creativo y asegurar que cumpliéramos con los plazos establecidos.”
A: Acción
Explica qué hiciste o dejaste de hacer que condujo al error. Sé honesto, pero no culpes a otros. El foco debe estar en ti, no en justificarte.
“Confié demasiado en que todos estaban siguiendo el cronograma, y no hice revisiones intermedias. Esto provocó que detectáramos fallos de diseño cuando ya era demasiado tarde.”
R: Resultado + Aprendizaje
Este es el momento más importante. Explica qué consecuencias tuvo el desliz y, sobre todo, qué aprendiste de él. Termina con una nota positiva, mostrando cómo cambiaste tu enfoque o mejoraste tus habilidades gracias a esa experiencia.
“Desde entonces, implementé controles semanales y una herramienta colaborativa de seguimiento. Gracias a eso, los proyectos posteriores fueron entregados a tiempo y con menos correcciones.”
Consejos adicionales al estructurar tu respuesta:
- Sé breve pero específico: no te extiendas demasiado en los detalles, enfócate en el aprendizaje.
- Evita culpar a otros: incluso si otros estuvieron involucrados, enfócate en lo que tú podrías haber hecho mejor.
- Elige un error superable: preferiblemente, uno que no comprometa habilidades importantes para el nuevo puesto.
- Termina con una nota de mejora: la evolución que muestras al final es lo que el entrevistador recordará.
Ejemplos de errores aceptables y bien enfocados
Uno de los aspectos más importantes al responder esta pregunta es elegir bien el tipo de fallo que compartirás. No todos son iguales.
Algunos juegan a tu favor si los presentas como parte de un proceso de aprendizaje. Otros, en cambio, levantan dudas o proyectar una imagen poco profesional.
Los siguientes ejemplos muestran que la equivocación, en sí, no es lo que define tu valor como profesional, sino tu capacidad para reconocerlo, aprender de él y evolucionar.
Mala gestión del tiempo
Error: subestimar el tiempo necesario para completar una tarea o sobrecargarse de responsabilidades.
Cómo enfocarlo: explica cómo aprendiste a priorizar tareas, delegar o utilizar herramientas de productividad.
“Al principio aceptaba demasiadas tareas a la vez. Aprendí a usar metodologías como la matriz de Eisenhower para priorizar, lo que mejoró notablemente mi rendimiento.”
Comunicación poco clara
Error: no transmitir claramente expectativas, instrucciones o feedback dentro de un equipo o con un cliente.
Cómo enfocarlo: muestra cómo desarrollaste habilidades de comunicación efectiva y escucha activa.
“Un malentendido con un compañero retrasó un proyecto. Desde entonces, verifico siempre la comprensión de los acuerdos por escrito y refuerzo la comunicación directa.”
Falta de delegación
Error: asumir todas las responsabilidades por miedo a que algo salga mal o por falta de confianza en el equipo.
Cómo enfocarlo: habla sobre cómo aprendiste a confiar, delegar y liderar de manera más efectiva.
“Quería supervisarlo todo yo mismo, y eso me llevó al agotamiento. Aprendí que delegar no solo mejora los resultados, sino que fortalece al equipo.”
No pedir ayuda a tiempo
Error: tratar de resolver un problema solo, aunque no se contara con toda la información o habilidades necesarias.
Cómo enfocarlo: resalta cómo entendiste la importancia de la colaboración y el trabajo en red.
“Intenté resolver un problema técnico por mi cuenta por no querer parecer inexperto. Ahora sé que pedir ayuda a tiempo ahorra recursos y fortalece el trabajo en equipo.”
Reacción emocional inapropiada
Error: mostrar frustración o estrés de forma evidente frente a una situación laboral compleja.
Cómo enfocarlo: habla sobre cómo desarrollaste autocontrol, inteligencia emocional y formas de gestionar el estrés.
“Me dejé llevar por la presión en una reunión. A raíz de eso, empecé a practicar técnicas de regulación emocional y mejorar mi comunicación en momentos críticos.”
Qué errores evitar mencionar
Es importante mostrar honestidad en una entrevista de empleo, pero no todas las equivocaciones son apropiadas para compartir en este contexto. Algunos provocan dudas serias sobre tu ética, profesionalidad o capacidad para desempeñar el puesto, incluso si ya los has superado.
Errores éticos o legales
Evita mencionar cualquiera relacionado con conductas inadecuadas, como mentir, manipular datos, robar información, violar políticas de la empresa o actuar de forma poco ética.
Genera desconfianza y se puede cuestionar tu integridad, incluso si fue un hecho aislado.
Conflictos graves con compañeros o jefes
Hablar de discusiones fuertes, relaciones tensas o falta de entendimiento con líderes o compañeros es perjudicial.
Se interpreta como una señal de que tienes problemas para trabajar en equipo o adaptarte a diferentes estilos de liderazgo.
Fallos que afectaron gravemente a clientes o resultados
Si bien es válido hablar de desaciertos que llevaron a un aprendizaje, elude aquellos que causaron pérdidas económicas serias, ruptura de contratos o daños a la reputación de la empresa.
Transmite falta de criterio, preparación o responsabilidad, incluso si fueron cometidos hace tiempo.
Equivocaciones que contradicen habilidades clave del puesto
No menciones meteduras de pata directamente relacionadas con las competencias esenciales para el cargo que estás buscando.
Hace que el entrevistador dude de tu adecuación al perfil. Elige fiascos que no comprometan tus principales fortalezas.
“No he cometido errores”
No digas que nunca has cometido fallos o que no recuerdas ninguno.
Esta respuesta suena poco sincera o arrogante. Nadie es perfecto, y no admitir equivocaciones indica falta de autoconciencia o de reflexión.