Incorporar plantas de interior que necesitan poca luz es una solución sencilla para que tu oficina en casa no sea un lugar monótono y se transforme en un espacio más acogedor, fresco y saludable.
Si la habitación en la que se encuentra la home office no recibe suficiente luz natural, no es ningún problema insalvable. Existen un buen número de plantas resistentes que necesitan cuidados reducidos y que prosperan en condiciones de baja iluminación.
No solo poseen una función meramente decorativa, sino que se encargan de la purificación del aire, reducción del estrés y la ansiedad, mejora la concentración y la productividad, regulación de la humedad y disminución del ruido ambiental.
Para darle un toque verde a tu oficina sin complicaciones, sigue leyendo y encuentra el tipo perfecto para ti.
Plantas que necesitan poca luz solar
Con estas plantas, tu oficina en casa tendrá un ambiente más fresco y natural sin necesidad de dedicar mucho tiempo a su mantenimiento
Sansevieria
La sansevieria es una de las plantas de interior más resistentes y fáciles de cuidar. Sus hojas son alargadas, puntiagudas y rígidas, con una coloración verde oscuro y bordes amarillos o plateados, dependiendo de la variedad.
Su capacidad para sobrevivir en condiciones de poca luz y su resistencia al abandono la convierten en una opción perfecta para oficinas y espacios cerrados.
También conocida como lengua de suegra, es una excelente purificadora de aire, ya que filtra toxinas como el formaldehído y el benceno.
Cuidados:
Luz: Tolera en cantidades reducidas, aunque también crece bien con luz indirecta.
Riego: Necesita irrigación esporádica, aproximadamente cada 2-3 semanas en invierno y cada 7-10 días en verano. Es fundamental evitar el exceso de agua para que no se pudran sus raíces.
Humedad: No requiere humedad alta, por lo que sobrevive bien en ambientes secos.
Temperatura: Prefiere el termómetro entre 15 y 30°C, aunque soporta variaciones.
Sustrato: Se recomienda un sustrato bien drenado, como una mezcla para suculentas.
Zamioculca
La zamioculca es extremadamente resistente con hojas gruesas, brillantes y de color verde intenso. Su crecimiento es lento, pero su capacidad para almacenar agua en los tallos y raíces la convierte en una de las mejores opciones para espacios con poca luz. No solo es atractiva, sino que también mejora la calidad del aire.
Cuidados:
Luz: Acepta la sombra y la luminosidad indirecta, aunque crece más rápido con algo de iluminación.
Riego: Requiere riego muy esporádico (cada 2-3 semanas). Antepone la sequía al exceso de agua.
Humedad: No es exigente con la humedad y se adapta a hábitats secos.
Temperatura: Entre 18 y 30°C. No resiste heladas.
Sustrato: Drenaje óptimo para evitar encharcamientos.
Poto
Es una planta colgante con hojas en forma de corazón, de tono verde con vetas doradas o plateadas, dependiendo de la variedad. Es muy fácil de cuidar y se adapta bien a diferentes condiciones de alumbrado y riego. El poto es de las más eficaces en la eliminación de toxinas del aire.
Cuidados:
Luz: Crece en poca claridad, pero se desarrolla mejor con luz indirecta.
Riego: Se debe regar cada semana en verano y cada 10-15 días en invierno. Es importante dejar secar el sustrato entre riegos.
Humedad: Acepta ambientes secos, pero prefiere humedad moderada.
Temperatura: Óptima entre 15 y 25°C.
Sustrato: Universal con buen drenaje.
Aglaonema

Es apreciada por su follaje colorido, que combina tonos verdes, plateados y en algunas variedades, toques de rojo o rosa. La aglaonema es compacta y fácil de mantener, que la hace ideal para escritorios o estanterías en oficinas.
Cuidados:
Luz: Aguanta una luminosidad exigua, pero sus hojas serán más coloridas si recibe luz indirecta.
Riego: Moderado, aproximadamente cada 1-2 semanas.
Humedad: Valora ambientes húmedos, aunque se adapta a la sequedad.
Temperatura: Ideal entre 18 y 30°C.
Sustrato: Suelto y bien drenado.
Aspidistra
La fama de la aspidistra le viene por su increíble resistencia, por eso se la conoce como la planta de hierro. Sus hojas largas y gruesas soportan polvo, escasa iluminación, sequía e incluso cierta negligencia en los cuidados. Es perfecta para espacios donde otras plantas no sobreviven.
Cuidados:
Luz: Soporta escasa iluminación sin problemas.
Riego: Poco frecuente, cada 2 semanas aproximadamente.
Humedad: No es exigente con la cantidad de vapor de agua en el aire.
Temperatura: Entre 7 y 30°C.
Sustrato: Tierra común con buen drenaje.
Drácena
Existen muchas variedades de drácena, pero en general, todas tienen hojas largas y arqueadas con tonalidades que van del verde intenso al rojizo. Son excelentes purificadoras de aire.
Cuidados:
Luz: Consiente su carencia, aunque crece mejor con luz indirecta.
Riego: Moderado, dejando secar el sustrato entre riegos.
Humedad: Prefiere ambientes húmedos, aunque se adapta.
Temperatura: Ideal entre 18 y 28°C.
Sustrato: Ligero y bien drenado.
Calatea
La calatea es una planta tropical con hojas decorativas de patrones llamativos y reversos morados. Se mueven con la luz, plegándose por la noche.
Cuidados:
Luz: Poca luz indirecta.
Riego: Frecuente pero sin encharcar.
Humedad: Alta, se recomienda pulverizar sus hojas.
Temperatura: Entre 18 y 26°C.
Sustrato: Rico en materia orgánica.
Helecho nephrolepis
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El helecho nephrolepis o helecho espada tiene hojas largas y frondosas, ideales para darle un toque fresco a cualquier espacio. Es excelente para absorber vapor de agua del ambiente.
Cuidados:
Luz: Sombra o luz indirecta baja.
Riego: Mantener el sustrato húmedo, regar 2 veces por semana.
Humedad: Alta, necesita pulverización frecuente.
Temperatura: Entre 15 y 25°C.
Sustrato: Rico en materia orgánica.
Palmera de salón
Una pequeña palmera elegante y de crecimiento lento, con hojas finas y elegantes. Es una de las mejores opciones para oficinas por su resistencia y belleza.
Cuidados:
Luz: Escasa o luz indirecta.
Riego: Moderado, cada semana aproximadamente.
Humedad: Prefiere que sea media-alta.
Temperatura: Entre 18 y 27°C.
Sustrato: Ligero y bien drenado.
Filodendro
El filodendro es una planta trepadora con hojas grandes y brillantes, con variedades trepadoras o arbustivas. Es muy resistente y fácil de propagar.
Cuidados:
Luz: Se adapta a que sea limitada.
Riego: Moderado, evitando encharcamientos.
Humedad: Tolera ambientes secos, pero prefiere humedad moderada.
Temperatura: Entre 18 y 30°C.
Sustrato: Suelto y bien drenado.
Spathiphyllum
El lirio de la paz o spathiphyllum es elegante con hojas verdes y brillantes, acompañadas de flores blancas en forma de espada. Es una de las mejores opciones para mejorar la calidad del aire en interiores, ya que filtra toxinas como el formaldehído, el benceno y el amoníaco.
Cuidados:
Luz: Acepta su carencia, aunque florece mejor con luz indirecta moderada.
Riego: Mantener el sustrato húmedo, regar aproximadamente una vez por semana.
Humedad: Prefiere ambientes húmedos; se recomienda pulverizar sus hojas ocasionalmente.
Temperatura: Ideal entre 18 y 28°C. No aguanta temperaturas por debajo de 10°C.
Sustrato: Rico en materia orgánica y con buen drenaje.
Hiedra inglesa
La hiedra inglesa es una planta trepadora de crecimiento rápido con hojas pequeñas y lobuladas en tonos verdes y variegados. Es excelente para cestas colgantes o para trepar en enrejados decorativos.
Cuidados:
Luz: Se adapta bien a que no haya mucha, aunque en condiciones muy oscuras su crecimiento será más lento.
Riego: Moderado, regar cuando la capa superior del sustrato esté seca.
Humedad: Le gustan niveles altos, se recomienda pulverizarla.
Temperatura: Entre 15 y 25°C, evitando corrientes de aire frío.
Sustrato: Ligero y bien drenado.
Maranta
La maranta tiene hojas ovaladas y patrones llamativos en tonos verdes, rojos y morados, que se cierran durante la noche, de ahí su nombre común de planta de la oración.
Cuidados:
Luz: Prefiere luz indirecta baja a moderada. Si los rayos le tocan directamente puede desvanecer sus colores.
Riego: Mantener el sustrato húmedo, pero sin encharcar. Regar cada 4-7 días.
Humedad: Alta; se recomienda colocarla cerca de un humidificador o pulverizarla regularmente.
Temperatura: Entre 18 y 26°C, evitando niveles inferiores a 15°C.
Sustrato: Rico en materia orgánica y con buen drenaje.
Peperomia

Es compacta con hojas gruesas y cerosas en una gran variedad de tonalidades y formas. La peperomia es perfecta para escritorios y estanterías pequeñas.
Cuidados:
Luz: Se adapta a niveles escasos, aunque se inclina por luz indirecta media.
Riego: Moderado, dejando secar la capa superior del sustrato antes de regar.
Humedad: No es muy exigente, aunque disfruta de hábitats moderadamente húmedos.
Temperatura: Entre 18 y 28°C.
Sustrato: Ligero y con buen drenaje, idealmente una mezcla para suculentas.
Singonio
El singonio es una planta trepadora con hojas en forma de flecha que varía en color desde verde intenso hasta tonos rosados y plateados. Es fácil de cuidar y crece bien en interiores.
Cuidados:
Luz: Aguanta bien que no haya demasiada, aunque sus pigmentos serán más vibrantes con alumbrado indirecto moderado.
Riego: Mantener el sustrato ligeramente húmedo, regar cada 7-10 días.
Humedad: Prioriza ambientes húmedos, se recomienda pulverizar ocasionalmente.
Temperatura: Entre 18 y 27°C.
Sustrato: Rico en materia orgánica y bien drenado.
Consejos de cuidado para plantas de interior con poca luz
Cuidar plantas en una oficina con poca luz no es difícil si se siguen prácticas adecuadas. Con estos consejos no solo sobrevivirán, sino que se mantendrán saludables y embellecerán tu espacio de trabajo.
Ubicación estratégica: Colocarlas cerca de ventanas o con iluminación artificial
La luz es un factor esencial para la fotosíntesis, incluso para plantas que consienten una iluminación limitada.
Cómo optimizar la ubicación:
Cerca de una ventana: aunque la luz sea escasa, ubicarlas cerca de una ventana orientada al norte o este proporcionará la mejor iluminación indirecta sin riesgo de quemaduras por los rayos de sol.
Si la habitación no tiene ventanas: opta por las que son altamente resistentes a la sombra, como la sansevieria, zamioculca o poto.
Uso de luz artificial: si la iluminación natural es insuficiente, complementa el lugar con lámparas LED de espectro completo o luces de crecimiento para plantas, colocándolas a una distancia de 30-50 cm.
Rotación periódica: si tienes otras zonas con más claridad, muévelas ocasionalmente para que reciban una dosis extra de iluminación natural.
Riego moderado: Evitar encharcamientos
El riego es una de las principales razones por las que las plantas de interior para oficina con poca luz sufren problemas. En espacios donde no haya mucha, la evaporación del agua es más lenta, por lo que es crucial evitar el exceso de irrigación.
Cómo regar correctamente:
Regla de la prueba del dedo: antes de regar, introduce un dedo en la tierra hasta unos 2-3 cm de profundidad. Si aún está húmeda, espera unos días antes de volver a regar.
Regar con moderación: en oficinas con iluminación reducida, muchas solo necesitan agua cada 7-14 días.
Evitar el encharcamiento: utiliza macetas con orificios de drenaje y platos recolectores para evitar que las raíces se ahoguen.
Agua a temperatura ambiente: evita que esté demasiado fría para que no se vean afectadas las raíces.
Limpieza de hojas: Para facilitar la absorción de luz
El polvo y la suciedad se acumulan en las hojas, reduciendo su capacidad de absorber luz y realizar la fotosíntesis de manera eficiente.
Consejos para mantener las hojas limpias:
Limpieza con un paño húmedo: pasa un paño suave y húmedo por las hojas cada 1-2 semanas para eliminar el polvo.
Ducha ocasional: realiza una ducha suave con agua tibia para limpiar las hojas y revitalizarla.
Evitar productos con brillo artificial: aunque algunas soluciones comerciales prometen dar brillo a las hojas, pueden obstruir los poros y dificultar la respiración de la planta.
Sustrato adecuado: Buen drenaje para evitar hongos
El tipo de sustrato es fundamental para la salud vegetal. Un suelo demasiado compacto retiene mucha humedad y favorecer la aparición de hongos y pudrición de raíces.
Cómo elegir el mejor sustrato:
Sustrato ligero y con buen drenaje: la mejor opción es emplear mezclas para plantas de interior que contengan turba, perlita o arena, lo que evita la acumulación excesiva de agua.
Añadir materiales drenantes: si la tierra retiene demasiada humedad, agrega un toque de perlita o fibra de coco para mejorar el drenaje.
Evitar el sustrato encharcado: cuando después del riego notas que el agua se acumula en la superficie o tarda en drenar, cambia la mezcla por una más aireada.
Uso de fertilizantes suaves: Para estimular el crecimiento
En espacios con claridad limitada, el metabolismo de las plantas es más lento, por lo que no necesitan fertilizantes frecuentes. Sin embargo, un pequeño refuerzo ocasional contribuye a mantenerlas saludables.
Cómo fertilizar correctamente:
Frecuencia moderada: fertilizar solo una vez al mes o cada dos meses durante la primavera y el verano. En otoño e invierno, reducir la frecuencia o suspender la fertilización.
Fertilizantes líquidos diluidos: opta por fertilizantes líquidos para plantas de interior, diluyéndolos a la mitad de la dosis recomendada para evitar sobrealimentación.
Alternativas naturales: si te inclinas por opciones más orgánicas, emplea humus de lombriz o té de cáscaras de plátano como fertilizante casero suave.
Evitar el exceso de fertilización: demasiado fertilizante causa acumulación de sales en el sustrato y dañar las raíces.