Uno de los elementos que más deben tenerse en cuenta en el puesto de trabajo es la ergonomía. Son muchas las horas que se pasan delante del ordenador y por lo tanto, la persona tienen que poder desarrollar su actividad sin que se produzca algún problema en su salud física y mental.
En la prevención de riesgos laborales se tienen en cuenta para que el empleado, cuando se trata de trabajar desde casa o en la oficina, cuente con todos los ingredientes para asegurar su bienestar y seguridad, permitiendo que se materialice el mayor grado de eficiencia a la hora de realizar sus funciones mediante la adaptabilidad de todos los factores que conforman las condiciones de trabajo.
La ergonomía es una disciplina preventiva en la salud laboral, que incide en el diseño de productos, del puesto de trabajo, los movimientos de la persona para efectuar sus funciones y el entorno del lugar físico en el cual se elabora la tarea.
Estudia la configuración del lugar de trabajo para que se adapte a la persona, para que todo el material tanto informático como mobiliario se ajuste a las necesidades del empleado y no incida negativamente en su salud, desde dolores de espalda a fatiga visual.
También se valoran otros aspectos como la iluminación, la contaminación sonora y la temperatura. Son elementos que la empresa debe tener en cuanta respecto a su asalariado, aunque se haga en trabajo a distancia desde el domicilio del empleado.
Trabajar de una manera adecuada permite que la productividad sea superior y que las dolencias como dolores musculares se reduzcan, permitiendo que las opciones que se produzcan bajas por este motivo se vean reducidas.
Por este motivo se debe encontrar un lugar adecuado para trabajar en casa, aunque en ocasiones en complicado encontrarlo por las características de las habitaciones del domicilio, o simplemente porque las dimensiones no permiten contar con el sitio adecuado para estar sentado durante horas delante de la pantalla.
En un mundo en el cual cada vez más el teletrabajo se impone como una realidad y una necesidad, las empresas deben dar todas las facilidades para que sus empleados puedan realizar sus funciones laborales con la máxima comodidad posible desde sus hogares, hasta contando con un presupuesto para adquirir material para que sus asalariados puedan trabajar en casa en las mejores condiciones posibles.
Consejos ergonómicos en el teletrabajo
No utilices cualquier cosa
Una de las prácticas más habituales cuando se crea una home office es la de utilizar todo lo que se tiene, sin que se produzcan gastos en la adquisición de ningún elemento, para realizar el trabajo en casa.
Este es un factor de riesgo importante, sobre todo en materia muscular. Mucha gente recurre a aquello que ya tiene, sin pensar que va a estar un buen puñado de horas delante el ordenador en una misma posición.
Aunque cómodo en un inicio, no es bueno trabajar en el sofá con el portátil encima los muslos, ni en una mesa demasiado elevada o un taburete en el que no se pueda apoyar la espalda. Si se hace, a la larga el cuerpo lo paga, apareciendo molestias y lesiones, como tendinitis y dolor de espalda.
Lo ideal, y más si la empresa ayuda económicamente, es adquirir el material necesario para poder trabajar en el hogar con comodidad, desde una silla cómoda a una mesa adecuada.
Mantén las distancias
La pantalla del ordenador debe estar a una distancia que no fatigue en exceso la vista. También tiene que tener unos índices de color, brillo y contraste que afecten en menor medida a los ojos.
Se recomienda seguir la regla del 20-20-20, que consiste en que cada veinte minutos se retire la vista del monitor durante 20 segundos, fijando la mirada a un objeto que se encuentre a 20 pies de distancia, que son unos 6 metros.
De esta manera se ayuda a mitigar la fatiga ocular, visión borrosa, enrojecimiento de los ojos, sequedad y hasta el dolor de cabeza. También es aconsejable parpadear con cierta frecuencia y tomarse descansos. En este aspecto es importante que la habitación tenga una correcta iluminación, que evite forzar la vista.
El teclado y el ratón estarán a una distancia adecuada, para que no se tengan que alargar los brazos para alcanzarlos. Los codos deben estar en un ángulo de 90 grados, de esta manera partes del cuerpo como cuello, hombros y muñecas no sufren. Los pies tienen que tocar el suelo. En caso que no se produzca es necesario contar con un reposapiés.
Posición correcta del cuerpo
Con todas las horas que se pasan cada día en un mismo puesto, es básico tener una postura correcta delante del ordenador. Mientras se trabaja debe ser funcional y cómoda, sin encorvar la espalda y las caderas lo más atrás posible que permita la silla.
La cabeza, el cuello y los hombros tienen que permanecer relajados, para que no se carguen, y los codos deben estar cerca del tronco, con antebrazos, muñecas y manos en línea recta.
Crea un ambiente adecuado
El entorno de trabajo es uno de los puntos en que se centra la ergonomía. Existen diferentes elementos que deben tenerse en cuenta para realizar correctamente el teletrabajo, sin que el cuerpo se resienta.
Además de estar en un lugar cómodo, la temperatura ambiente debe ser la apropiada. Un exceso de frío o calor afectará al rendimiento. Siempre que se pueda debe ser de manera natural, abriendo o cerrando ventanas. Si no, se utilizaran aparatos de aire acondicionado, ventiladores, radiadores o estufas.
La contaminación acústica también es básica evitarla para poder trabajar en condiciones. El ruido no permite que los niveles de concentración sean los convenientes. Además afectaran de una manera evidente a las llamadas telefónicas y videoconferencias que se produzcan.
La iluminación en la medida de lo posible debe ser natural, evitando reflejos en el monitor. La luz ambiente debe regularse para no tener problemas de fatiga visual a lo largo del día.