Todas las técnicas de productividad tienen la finalidad de aumentar la eficiencia. El método Debo, Debería, Quiero va más allá y además tiene como objetivo el crecimiento del individuo, aumentar el bienestar y prosperar a nivel personal y profesional.
Se trata de una metodología sencilla en la que es imprescindible tener claro que es esencial y establecer prioridades, para en cada jornada organizar las tareas y responsabilidades.
El objetivo está en que los días sean más productivos y agradables, sin obsesionarse con las cosas. Es preciso establecer prioridades, gestionar el tiempo y encontrar un equilibrio entre las diferentes necesidades.
Establece prioridades con el Método Debo, Debería, Quiero
El método consta en la creación de una lista de labores a realizar, que se tienen que asignar a una de las 3 columnas:
- Debo
- Debería
- Quiero
De esta manera te permite priorizar tareas, mantener el enfoque y tiene en cuenta las preferencias personales. El proceso para llevar a cabo esta técnica es muy sencilla. Al principio del día crea una lista de tareas a realizar y toma decisiones. Cada labor se sitúa en una de las tres categorías.
Debo
El apartado de Debo es el que va primero en el orden de prioridades. Son aquellas labores y decisiones que deben realizarse y que no pueden esperar para más adelante. No es posible posponerlas para el futuro. Es imprescindible llevarlas a cabo inmediatamente.
Ejemplos:
- Cumplir con los plazos de entrega de un proyecto importante
- Pagar una factura para evitar recargos adicionales o posibles consecuencias negativas
- Atender una llamada o correo electrónico de un cliente que requiere una respuesta inmediata
- Resolver una emergencia en el trabajo o en el hogar
- Asistir a una reunión que es esencial para el proyecto
Debería
En esta sección están incluidas las labores en la que no tienes un límite de tiempo definido, o no al menos a corto plazo, pero que es recomendable hacerlo. No es un problema si se retrasa su realización.
Ejemplos:
- Hacer ejercicio para mantener una buena salud física
- Actualizar el currículum vitae para buscar nuevas oportunidades laborales
- Enviar correos electrónicos que no son urgentes
- Mantenerse en contacto con amigos y familiares para mantener relaciones sociales
- Realizar tareas domésticas como lavar ropa, cocinar y limpiar
Quiero
En el grupo de Quiero se sitúan las actividades que deseas hacer. No son tareas ni prioritarias ni urgentes. Se pueden posponer. Las disfrutas haciendo, tienen una finalidad que te satisface y las realizas durante el tiempo libre.
Ejemplos:
- Leer un libro
- Ir al cine, ver una película o serie de televisión
- Pasar tiempo practicando tu hobby favorito
- Planificar un viaje que quieres hacer.
- Hacer una nueva receta de cocina
Es una metodología que funciona mejor con metas a corto plazo y listas reducidas. Para otros objetivos más a largo plazo es mejor utilizar otras técnicas de productividad.
Proceso para realizar la técnica Debo, Debería, Quiero
Para asegurar el rendimiento y realizar una correcta gestión del tiempo, que asegure un buen equilibro entre vida personal y profesional, es preciso desarrollar el método Debo, Debería, Quiero siguiendo los siguientes pasos:
- Cada mañana realiza una lista con las tareas que tienes y deseas realizar
- Categoriza cada una de ellas y ponla en uno de los 3 grupos
- Empieza por las labores del apartado Debo y realízalas todas
- Puedes intercalar tareas del apartado Debo con la de los otros dos
- Al final del día haz un repaso de todo lo que has podido completar
Es importante recordar que es necesario completar todas las responsabilidades de la primera categoría al final de la jornada. Intercalar con actividades de las otras dos sirve para mantener la motivación y evitar el cansancio.
Beneficios del método Debo, Debería, Quiero
Esta técnica es sencilla de realizar y aporta unas ventajas evidentes para que el rendimiento aumente. Proporciona asegurar que las responsabilidades esenciales se completen, además de avanzar trabajo y disfrutar de la vida.
- Ayuda a priorizar: permite identificar las tareas urgentes y esenciales que deben llevarse a cabo en primera instancia, que favorece gestionar el tiempo y mantenerse enfocado en las más importantes.
- Aporta una mayor planificación: al organizar las labores en categorías, se planifica de manera más efectiva el día, asegurándose que se dedique suficiente periodo de tiempo a las más relevantes y se eviten distracciones innecesarias.
- Facilita estar enfocado: la categorización de tareas ayuda a mantener el enfoque en lo que estás haciendo y en todo aquello que tienes por delante en la jornada, para mantenerte concentrado con el paso de las horas e impedir que se produzcan despistes que afecten directamente a la productividad.
- Facilita la creación de hábitos: al llevar a cabo los quehaceres importantes de manera regular, se establecen hábitos que llevan a una mayor productividad a largo plazo.
- Aumenta la motivación: el hecho de tener una lista bien organizada hace que el progreso de cumplir las tareas sea visible y que se convierta en un elemento motivador para continuar con el trabajo.
- Fomenta la toma de decisiones: identificar las labores que son importantes pero no urgentes, conlleva que se tomen decisiones sobre cuándo hacerlas y en qué momento es más conveniente realizarlas.
- Promueve la satisfacción laboral: materializar las responsabilidades profesionales más relevantes, al mismo tiempo que realizas actividades que disfrutas, da como resultado un aumento de la satisfacción laboral por la sensación de alcanzar metas y hacer el trabajo correctamente.
- Proporciona mayor bienestar: completar las actividades principales y disfrutar de las que apetecen proporciona una mejora en el bienestar emocional y reduce el estrés.
Disminuye el agotamiento mental y físico: enfocarse en las ocupaciones esenciales permite evitar la procrastinación y reducir el agotamiento mental y físico, que significa una mejora en la salud en general.
Creación de la metodología
El método Debo, Debería, Quiero fue presentado por Jay Shirley, un desarrollador estadounidense, impulsor del trabajo remoto y de la eficiencia para un equilibrio de la vida personal y laboral.
Es el creador de la aplicación The Daily Practice, una herramienta que ayuda a establecer objetivos en horarios recurrentes para crear hábitos constructivos y saludables, para sacar todo el potencial que cada individuo tiene en su interior y le aporte felicidad.
Shirley participa en varios proyectos y como divulgador trata de tener impacto en las personas para encontrar en diferentes áreas formas de maximizar su vida.