Un hombre autiliza el método Ivy Lee de productividad apuntando en una libreta las tareas para trabajar desde casa

Método Ivy Lee: aumenta la productividad con 6 tareas diarias

El método Ivy Lee es un sistema para aumentar la productividad. Se centra en priorizar y mantener la concentración en cada una de las tareas a desarrollar diariamente para conseguir cumplir con los objetivos marcados.

Es una metodología sencilla para centrarse únicamente en un pequeño número de ocupaciones en cada jornada para maximizar el rendimiento a través de focalizar las metas. De esta manera huyes de la multitarea y de perder la concentración.

Evitas quedar abrumado por lo que tienes que llevar a cabo porque sigues una rutina diaria de organización, con la cual cada día sabes lo que tienes que hacer. Es una técnica de gestión del tiempo que sirve en el plano personal y profesional.

¿Qué es el método Ivy Lee?

En el método Ivy Lee se siguen unos pasos concretos para completar cada día un total de 6 tareas planificadas. Así la jornada queda bien definida, porque a nivel productivo no sirve de nada tener un listado interminable de tareas diarias, que afecta al rendimiento y provoca procrastinación.

Sigue los siguientes puntos para hacer eficiente la técnica Ivy Lee:

Realiza una lista de tareas

Al final de cada día valora las tareas que debes realizar y efectúa un listado con 6 labores para completar durante la jornada siguiente. Es el momento de definir los objetivos más cercanos que tienes, tanto personales como laborales.

Prioriza las tareas

Una vez seleccionados los quehaceres, la clasificación se tiene que realizar en orden de más a menos importante. Es imprescindible dar un orden de trascendencia y que lo más relevante esté situado en primer lugar en la lista confeccionada.

Empieza por lo más importante

En la planificación está marcada una jerarquía con las prioridades. Realiza las tareas en orden y ten constancia. No comiences una labor hasta haber terminado la que estás haciendo. Entre ellas toma descansos.

Acaba al día siguiente

Si alguna de las laborales no las consigues finalizar, las trasladas para el día siguiente. Debes mantener la priorización para la siguiente jornada con aquello que no has podido concluir, por lo que cuando efectúes la nueva organización estarán en el primer lugar. Su prioridad estará por delante de las que se encuentren en la nueva lista.

Repite el proceso todos los días

Cada día de trabajo lo concluyes con la definición de una programación para la siguiente jornada laboral. Da continuidad a la gestión estratégica para materializar una nueva lista de tareas para el día sucesivo.

Beneficios de la técnica Ivy Lee

Desarrollar esta metodología de administración del tiempo permite cumplir con los objetivos marcados. Otras ventajas son:

  • Aumenta la capacidad de organización
  • Facultad para priorizar tareas
  • Fomenta la toma de decisiones
  • Incrementa la productividad
  • Fortalece la concentración
  • Estimula la disciplina
  • Aleja distracciones
  • Evita la procrastinación

Origen del método Ivy Lee

Lee fue un experto en productividad y está considerado como el padre de las relaciones públicas. Asesoró a algunas de las principales corporaciones industriales de los Estados Unidos, además de bancos y gobiernos.

También fue consultor de algunas de las mayores fortunas del mundo. En 1914 se convirtió en consejero de John D. Rockefeller, su familia y su empresa petrolera Standard Oil, que fue la más importante del sector.

En 1918 el magnate estadounidense Charles M. Schwab, presidente de Bethlehem Steel Corporation, una compañía naviera y del sector de la siderurgia, tenía el objetivo de aumentar la eficiencia de sus empresas.

Era una de las personas más ricas del mundo, pero siempre buscaba maneras de mejorar para sacar ventaja sobre la competencia y aumentar sus ingresos y poder. Hasta el famoso inventor Thomas Alva Edison le puso el mote de master hustler (maestro buscavidas).

Quería seguir cosechando éxito en sus negocios y contactó con Lee. “Dame 15 minutos con cada uno de tus ejecutivos”, le respondió después que Schwab le explicara sus intenciones. Cuando le preguntó que le costaría el asesoramiento, le expuso: “nada, a menos que funcione. Después de 3 meses me puede enviar un cheque con lo que crea que vale la pena para usted”.

Tres meses más tarde se volvieron a reunir para valorar resultados. Los informes indicaban que el rendimiento y los beneficios habían aumentado notablemente. La metodología de Lee había permitido que los trabajadores permanecieran concentrados en sus funciones y que su productividad aumentara.

Schwab, muy satisfecho con los resultados, le hizo un cheque por valor de 25.000 dólares. Al cambio de hoy serían más de 400.000 dólares. En 2 años la empresa se convirtió en el mayor constructor naval de Estados Unidos y en el segundo productor de acero del país.

Principios de la metodología Ivy Lee

Este sistema para administrar el tiempo y el trabajo aporta 4 elementos que lo definen:

Simplicidad

La sencillez hace que sea más fácil actuar. El ser humano es así. Afronta las situaciones con mayor determinación cuando la resolución se presenta más simple.

La planificación compleja hace que sea más complicado iniciar nuevos hábitos, con el inconveniente que haga acto de presencia la procrastinación para dejar las cosas para más adelante, ya que el momento de comenzar nunca llega por falta de ganas. La simplicidad ayuda a la productividad.

Foco

Te centras únicamente en una cosa y evita elementos que son fuente de distracciones, como la multitarea, donde tienes que estar pendiente de varias cosas a ala vez. Te concentras en completar una única labor y no divides tu atención. El multitasking no es una opción.

Toma de decisiones

Para realizar una planificación efectiva te obliga a tomar decisiones a diario. En cada jornada te encuentras con el desafío de tener que seleccionar tareas, otorgándole a cada una un nivel de importancia. De esta manera eliminas de tu mente todo aquello que no es necesario.

Motivación

Genera estímulos para continuar. Es más fácil pasar a otra tarea cuando has completado la anterior, con la satisfacción del deber hecho y afrontar nuevos retos. Actúa como un elemento de motivación para la persona.

¿Por qué funciona tan bien el método Ivy Lee?

Una de las claves principales del método Ivy Lee es que no se trata de un sistema complejo a desarrollar. Pese a su sencillez, proporciona creatividad y convencimiento para la toma de decisiones para priorizar.

Materializar un programa de tareas proporciona enfoque para evitar distracciones y centrarte en comenzar y terminar una labor, para esquivar cualquier distracción que pueda aparecer. Estos son conceptos de suma relevancia en parámetros de productividad.

Si no piensas en diversas cosas en el mismo momento de manera continuada permite que tu desgaste físico y mental sea menor, proporcionando que la fatiga tarde más en producirse o simplemente no haga acto de presencia.

Todo tu potencial se dirige a las tareas importantes para lograr los mejores resultados en menos tiempo. También es una fuente de creación de nuevos hábitos que proporcionan un rendimiento mejor.

Deja un comentario