Una mujer sonrie mientras realiza una videollamada de trabajo con su ordenador portátil.

¿Miedo a hablar en público en una videollamada? Así se supera

Las videollamadas son una excelente vía de comunicación para equipos que trabajan en remoto. Es la manera de tener contacto visual. Pero para las personas que tienen miedo o vergüenza a ponerse ante una cámara y a hablar en público, realizar estas reuniones virtuales grupales puede suponer un serio problema.

No se sienten cómodas en cualquier situación similar y pueden presentar diferentes niveles de cuadros de nerviosismo o ansiedad, lo que puede llegar a ser hasta paralizante.

No es necesario que tengan que dar un discurso en una gran sala llena de gente, sino que también ocurre en una videoconferencia con un número limitado de personas.

Este impedimento supone un contratiempo importante para la salud de la persona, la productividad y el flujo de trabajo. Si a mucha gente no les gusta verse y escucharse, imagínate a estas personas.

Sentirse cohibido para hablar en público, aunque sea en un grupo reducido, puede ser muy intimidante, con el agravante de tener delante a desconocidos.

Perder el miedo al hablar ante la cámara

Las personas extrovertidas extraen energía por estar con otros, mientras que en los introvertidos es al revés. Por esta razón es tan importante que los compañeros de trabajo y los jefes las arropen en una videollamada porqué se sienten incómodas ante la cámara y están haciendo un esfuerzo.

Ser contempledo y hablar en público, aunque no se grabe la conversación, provocan unos nervios que provienen del miedo a ser observados, que la gente mire nuestros defectos con lupa y nos critique.

No superar el miedo a la cámara les quita concentración porque están pendientes de su entorno. El contacto visual no permite comunicar el mensaje correctamente.

Aunque es una oportunidad para que los demás vean el fruto de tu trabajo y como te desarrollas, no facilita ser eficiente. Tiene un factor psicológico porque nos convertimos en nuestro peor crítico.

Cómo perder la vergüenza en una videollamada

Las habilidades de comunicación se entrenan. El miedo escénico se trabaja para dejarlo atrás. Cambia la perspectiva y aprende a quitarte la inseguridad ante la cámara. Son problemas o situaciones que se magnifican porqué sientes que estás siendo evaluado y que no tienes margen de error.

A través de unas técnicas es posible superar esta ansiedad que se produce, que supone una mejora destacada en la seguridad de uno mismo del que se ven beneficiados en la vida personal y laboral.

Comprende tus temores

El primer paso para superar cualquier miedo es comprender su origen. Si admites que no me gusta hablar por videollamada, pregúntate a ti mismo qué te inquieta específicamente sobre estos encuentros online.

¿Te preocupa no saber expresarte bien? ¿Sientes pánico a quedarte en blanco? ¿Te produce inseguridad no saber que responder a las preguntas que te hagan? ¿Tienes miedo de ser juzgado?

Identificar los temores propios ayuda a abordarlos de manera más efectiva. Admite la vulnerabilidad, porque es parte de la experiencia humana. Acepta que es normal sentirse así. Tienes las herramientas para quitarte cualquier muro psicológico.

Practica por tu cuenta

Es un sistema realmente efectivo. Con la práctica todo mejora. Al principio seguro que te cuesta, pero a medida que lo vayas haciendo irás mejorando y esos nervios previos irán desapareciendo.

Y más si ves que los resultados de las reuniones son positivos y el trabajo que realizas es productivo y valorado por jefes, compañeros y clientes. Ganas en confianza a pasos agigantados.

Puedes hacerlo a través de diferentes maneras de ensayar. Ponte delante un espejo y realiza tu exposición, así te ves, o grábate a ti mismo.

También es efectivo mantener una conversación con un amigo o familiar, porque es una comunicación que no tiene la trascendencia de cuando es por temas profesionales. Prepara la manera en que quieres exponer las cosas.

Conoce bien el tema

Cuanto más sepas, más posibilidades existen de no cometer errores y que hables con seguridad. Tener la reunión bien preparada es vital para que salga como esperas. De esta manera si te hacen preguntas tendrás respuesta para todas ellas.

Organizar la videollamada te soluciona muchos futuros problemas, aunque siempre hay elementos fuera de guión y tienes que saber improvisar.

Antes del encuentro digital dedica tiempo a preparar el contenido que deseas compartir. Organiza tus ideas, crea una estructura clara de la exposición y asegúrate de tener los puntos clave que deseas abordar para mantener la atención del público.

Respira profundamente

No estés tenso. Intentar tranquilizarte previamente en la medida que sea posible. Si empiezas a notar incomodidad y se te acelera el corazón cuando se acerca la hora de la reunión, tómatelo con calma y respira profundamente para rebajar la tensión.

Realiza ejercicios de relajacion si es necesario para tener un mayor dominio de la situación. Nadie espera que sea una comunicación perfecta, así que tranquilidad.

Asegúrate que todo funciona

No queremos ningún fallo durante la reunión, porque todavía nos pondría más nerviosos e incómodos, y el trabajo previo de concentración no serviría para nada. Además podríamos dar mala imagen, sobre todo si es una situación que se repite.

Comprueba antes de la videoconferencia el software, audio, micro, cámara y wifi, que funcione correctamente. También asegúrate que la luz de la habitación esté bien y se te vea correctamente. Verifícalo todo.

Elimina distracciones

De la misma manera que cuando hablas cara a cara con alguien le prestas toda la atención, en las videoconferencias haz lo mismo, no pierdas el hilo y así estarás más seguro de ti mismo en tus exposiciones. Practica la escucha activa para no solaparte con nadie y enterarte de todo.

La videollamada hazla desde un lugar tranquilo, donde no se produzcan distracciones y nadie te pueda molestar o interrumpir. No hace falta elevar el nivel de tensión teniendo que estar pendiente que alguien entre en la habitación donde estás o diga algo en medio de la reunión.

También es importante sentirse cómodo con la ropa, así que elige una indumentaria adecuada para la ocasión.

Habla más lento

Si te sientes nervioso no quieras ir deprisa al hablar. Ordena bien tus ideas y ve a un ritmo con el que te sientas cómodo, porqué sino se te puede ver dubitativo y hasta tartamudear, que la voz te tiemble o utilices demasiadas muletillas.

Con un tono de voz firme, un discurso estructuado y el uso de las palabras adecuadas mostrarás una mayor seguridad y credibilidad. El mensaje también llegará mejor a tus oyentes.

Mira a la cámara

No te fijes en la gente que sale en la pantalla del ordenador. Si no miras a los demás te notarás mejor, ya que no tienes la noción que los tienes delante, como si fuera una llamada telefónica.

También es recomendable mirar el monitor por una razón de comunicación estética, porque es como si miraras a los demás a los ojos. Si miras la pantalla queda extraño porque no parece que hables con ellos.

Muéstrate natural

Si además de estar tensionado, por la poca gracia que te hace ponerte ante la cámara, tienes que mostrarte como no eres y con un tono muy forzado, el resultado tiene más números de no ser positivo.

Tienes que saber qué carácter posee la reunión, las personas que la integrarán y valorar la confianza que tienes con todas ellas. Refleja tu personalidad, con un tono conveniente a la situación y habla con naturalidad.

El lenguaje corporal, la forma en la que nos movemos, también es muy importante porque acompaña al mensaje verbal. Las expresiones de la cara, los movimientos de manos o los gestos tienen que ir en relación a lo que queremos transmitir.

Se trata de adaptar nuestro estilo de comunicación. No intentes ser perfecto porque eso no es posible. Nadie lo es.

Concéntrate en el tema y no en la gente

Pon toda tu atención en lo que expones y lo que dicen los demás en el encuentro virtual. Es la manera de tener y procesar toda la información que se produce. Aunque no te lo parezca, nadie, o casi nadie, se dará cuenta que estás nervioso.

Presta atención a las palabras y las ideas que se están compartiendo. Hacer preguntas pertinentes y responder de manera reflexiva y una entonación segura demuestra tu interés en la conversación y u conocimiento.

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