Dos reclutadores hacen una entrevista a una candidata para un puesto de trabajo en la empresa

Consejos para controlar los nervios en una entrevista de trabajo

Una entrevista de trabajo es un hecho que puede significar un cambio de vida importante, cumplir metas o dar un salto cualitativo en tu trayectoria profesional.

Por este motivo es natural estar algo nervioso cuando toca afrontarla, pero este estrés debes saberlo canalizar para que no afecte de forma negativa a la decisión sobre tu candidatura.

La realidad es que estar nervioso en un encuentro de estas características es normal y el entrevistador ya cuenta con ello. Con la práctica, ya sea en formato presencial o virtual, esta tensión va desapareciendo y te acostumbras a las preguntas y saberte vender

Destacas factores importantes para tu candidatura, como la experiencia, habilidades, responsabilidades, metas, motivaciones, compromiso y objetivos.

Es fundamental no mentir, porque una situación de este estilo sí que provoca tensión y nervios, además de posibles incongruencias en el relato expuesto que serán definitivas para ser rechazados para el empleo.

Cómo ir tranquilo a una entrevista de trabajo

Resulta determinante preparar una entrevista de trabajo con las preguntas y respuestas frecuentes. Realiza las cosas con tiempo, así no aparecerá el estrés de tener que correr o que surja algún imprevisto de última hora.

Controla los pequeños detalles para que todo vaya perfecto el día del encuentro y evites situaciones de ansiedad y nerviosismo.

En una entrevista laboral te sentirás evaluado, pero lo único que quieren es conocerte para saber si eres el candidato ideal. También te pondrán a prueba, pero no te someterán a un interrogatorio intenso. Muestra al entrevistador tu entusiasmo y crea un relato interesante que te proporcione credibilidad.

El lenguaje corporal también muestra tu nerviosismo. No solo por la postura, sino por reacciones físicas como respiración acelerada, temblores, cara tensionada y pupilas dilatadas.

Dentro del cuerpo, los latidos cardíacos aumentan la frecuencia. Además puedes empezar a sudar, que se puede hacer visible tanto en la piel como en la ropa.

Para presentarte tranquilo ten la habilidad de tomar conciencia de la situación y trabajar con antelación. Desde decidir cómo vestir hasta mentalizarte que te irá bien, comparecer con actitud positiva y predispuesto que el resultado del encuentro será positivo.

Estrategias para controlar los nervios

Existen trucos para saber gestionar los nervios en una entrevista de trabajo, que permiten mostrar calma y confianza en la conversación. Son tips que sirven para no bloquearse y que la percepción que tengan de ti los reclutadores sea positiva.

Prepara la entrevista

Imagínate todo lo que puede suceder y prepáralo. Cuando se afronta una situación en lo que se desconoce lo que acontecerá, es cuando aparecen los nervios y hasta la ansiedad.

Por este motivo es necesario que prepares la entrevista, para saber que decir y actuar en todo momento. Sin duda, te sentirás más seguro para afrontarla con garantías y confianza.

Investiga sobre las características del puesto que se ofrece, para saber si cumples con todas las habilidades que se precisan. También conoce la empresa, la competencia y el sector en el que se encuentra.

Haz una lista con las preguntas que te pueden hacer y prepara las repuestas. No solo tengas en cuenta las típicas cuestiones, sino que valora otras que pueden ser más complicadas de responder, sobre todo si te no te las esperas.

Son preguntas trampa que utilizan las técnicos de recursos humanos para conocer más al candidato y saber cómo reacciona en ciertas ocasiones, como cuanto quieres ganar de sueldo.

Practica

El siguiente paso es ponerlo todo en práctica, tanto palabras como movimientos. Una vez ya sabes que contestar, ensaya las respuestas en voz alta. Cómo si delante tuvieras a los reclutadores.

Para que sea más real pide a un amigo o familiar que haga el papel de entrevistador, así te pondrás más en el papel y te dará su opinión sobre cómo te desenvuelves, en que puedes mejorar y que es lo que debes cambiar.

Repetir esta situación te permite quitarte inseguridades porqué te notas preparado para afrontar las preguntas que te formularan, con contestaciones preparadas para convencer a la empresa que eres la persona adecuada para ellos.

Cuando hables controla que la exposición, que no se note que está preparada y que repites lo que te has aprendido. Se natural en tus explicaciones y razonamientos para mostrar credibilidad.

Valora imprevistos

Si la entrevista de trabajo es presencial ve con tiempo, porque las prisas son una causa importante de la aparición de nervios. Primero de todo asegúrate bien en que lugar se va a celebrar la reunión.

No trates de averiguar en el último momento como se llega, donde se encuentra el edificio y como te puedes desplazar. Valora todos los imprevistos que pueden aparecer, porqué llegar tarde es una manera fatal de presentarse.

Planifica bien como irás, si caminando, en transporte público o en vehículo propio. Ten en cuenta valores como no encontrar el lugar del encuentro porque la calle, el número del edificio o el bloque no están correctamente indicados.

También valora posibles incidencias como atascos, no encontrar sitio para aparcar o retrasos con el transporte público.

Si se trata de una entrevista virtual ten en cuenta todos los aspectos relacionados con la tecnología. Antes del encuentro asegúrate que funcione correctamente la cámara y el micrófono del ordenador, así como el programa que utilicéis para comunicaros.

Revisa que no haya problemas de conexión de internet y que tengas bien acondicionado el lugar desde donde realizarás la conversación, para que no haya ningún elemento en plano que sea inadecuado.

Lleva toda la documentación

A una entrevista laboral preséntate con toda los documentos necesarios que te puedan requerir, como el currículum o titulaciones, incluso con alguno más de los que no son imprescindibles por si te lo piden o lo quieres mostrar, como algún proyecto realizado con anterioridad.

Trabaja con anticipación y no quieras imprimir un documento en el último momento, porque te puedes encontrar con situaciones desagradables del tipo que la impresora de tu casa se haya quedado sin tinta, o que vayas a hacer una fotocopia y el establecimiento está cerrado.

Vístete cómodo

No dejes para el último momento la elección de la ropa que te vas a poner, porqué será cuando te aparezcan las dudas y puedas pensar que la elección no fue buena cuando estés a punto de iniciar la entrevista laboral.

Prepárate con anterioridad la ropa que te vas a poner y vístete elegante pero que te sientas cómodo para que no tengas que estar pendiente de nada, que no sea ninguna preocupación.

Mantente positivo

Mándate mensajes positivos a ti mismo sobre como transcurrirá el encuentro con los técnicos de selección. Piensa que irá bien y deja atrás pensamientos negativos, que no te harán ningún bien y que solo harán que ponerte más nervioso.

Confía en tu potencial porque si has superado la primera criba significa que tu perfil es interesante para la empresa y que tienes opciones que te contraten. Hay muchas personas a las que ya han descartado previamente y no han tenido la oportunidad de participar en una entrevista.

Habla pausadamente

No tengas prisa en hablar. Acelerarte es una consecuencia de los nervios. No quieras ir demasiado rápido para contestar y exponer tu discurso.

De esta manera podrás dirigirlo más acertadamente y evitarás que no te expliques correctamente, no se te entienda bien al pronunciar o tartamudees.

Respira de forma correcta y tómate tu tiempo para responder, no te apresures con lo primero que se te pasa por la cabeza, estructura bien las frases y las ideas. Puede haber preguntas complicadas y mejor pensarlas bien.

Mantén una agenda tranquila

El día que tengas programada la entrevista de trabajo procura no tener tareas personales o profesionales que puedan causarte alguna situación de estrés.

Si el encuentro es por la mañana levántate temprano y dale tiempo a todas las funciones que tengas que realizar, como desayunar, ducharte, vestirte o llevar los niños a la escuela.

Mejor que no vayas con prisas o solo hará que alterarte y no te presentes en las mejores condiciones a la entrevista.

Respira profundamente

Los nervios y las situaciones de tensión hacen que la respiración se aceleré. Por lo tanto es necesario usar alguna técnica para que vuelva a su ritmo normal.

Pausa tu respiración y vuélvela más lenta. Inhala aire sin prisas y al exhalar hazlo despacio, de manera constante hasta que los pulmones se queden vacíos.

Cuando hayas repetido este proceso durante unos minutos comprobarás que tu ritmo cardíaco ha dejado de acelerarse y que tu respiración se tranquiliza, por lo que volverás a sentirte relajado.

Escucha música

La música tiene la capacidad de transportarte a otros lugares y tiempos, hace florecer sentimientos de todo tipo, además animar o calmar. Antes de la entrevista ponte tu música favorita, porque te relajará o será motivadora, y te hará sentir bien.

Haz deporte

Realiza aquellas actividades que te quiten tensión y estrés. Una de ellas es el deporte. Hacer ejercicio ayuda a relajarte. No es necesario que sea un desempeño de alta intensidad. Una caminata puede producirte la misma función.

Practica la meditación

Meditar o hacer yoga son actividades que las personas realizan para sentirse bien y tratar capítulos de estrés y ansiedad. Son para afrontar cualquier realidad tanto personal como profesional.

Si la participación en un proceso de selección para un trabajo provoca nerviosismo, son soluciones adecuadas.

Evita tomar café

Si eres de las personas a las que la cafeína la altera con facilidad, no tomes café ni antes de ir a la entrevista, ni la noche anterior, o provocará que sumado a los nervios no puedas dormir.

Tampoco tomes ninguna bebida estimulante que pueda perturbarte, como te o alguna energética.

Visita el baño

Los nervios pueden hacerte una mala pasada en forma de tener ganas de orinar. Antes del encuentro con los responsables de recursos humanos ve al baño, porque es muy molesto que te ocurra durante una entrevista y el foco de tu atención deje de estar en escuchar y responder para convencer con quién estás interactuando.

Si llegas a un límite y no te aguantas pide permiso para salir e ir al W.C. Serán comprensivos con tu situación.

No fantasees

No te pongas a imaginar que este es el trabajo perfecto, que está hecho para ti, y todo lo que significaría a nivel profesional y económico. Demasiada perfección en el pensamiento puede provocar que vayas con más presión añadida por las muchas expectativas generadas.

No es el fin del mundo

Esta es una ocasión para conseguir un empleo, pero no será la última. Toma perspectiva. Si no te seleccionan hay otras ofertas a las que aplicar, habrá más oportunidades.

Pensar que el futuro está en juego no es una buena opción. Valóralo para que la entrevista no sea tan trascendental y puedas quitarte presión de encima.

Preséntate con toda la confianza en tus opciones por tu valía, pero toma conciencia que puede ser que no encajes en el perfil completamente. No habrás hecho nada mal, pero simplemente no serás el elegido por diferentes motivos.

¿Qué hacer si te quedas en blanco en una entrevista?

Una de las consecuencias de los nervios durante una entrevista de trabajo es quedarse en blanco. Es una situación incómoda en la que se pierde totalmente el hilo de la conversación y la memoria te falla.

Te quedas bloqueado. Notas que las palabras se te han ido, te has perdido completamente y que no sabes ni de que hablabais, sin saber retomar el hilo argumental. A veces vuelve enseguida, pero en otras no.

En una entrevista el motivo por el que sucede son los nervios y las distracciones. Para evitar quedarse en blanco es conveniente escuchar bien las preguntas, y estar concentrado, sin tener la cabeza en otros sitios o estar pensando si lo estás haciendo bien. En caso que suceda:

  • Mantén la calma: si te pones más nervioso no ayudará e irá en detrimento. No entres en pánico. Además puedes empezar a sudar, tartamudear y poner cara que las cosas no están yendo nada bien.
  • Repite la última palabra que has dicho: puede ser que te permita recuperar el punto donde te habías quedado. Tener un discurso bien definido y preparado te deje volver al camino más fácilmente.
  • Admite que te has quedado en blanco: no pasa nada. Pregunta a los entrevistadores por donde ibas y seguro que os reís juntos. A todo el mundo le ha pasado alguna vez y saben que la gente se pone nerviosa en estas circunstancias. Somos humanos y estas cosas pasan. Además verán que eres una persona honesta.

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