Cuando se establece un espacio para trabajar desde casa es necesario que cumpla con una serie de requisitos para que posea los máximos puntos de productividad y comodidad, porque es un lugar donde cada día se pasaran muchas horas y nos desarrollamos profesionalmente.
La iluminación es un elemento clave como garantía para la salud laboral del trabajador y por eso se debe configurar para que aporte bienestar.
Una casa no está pensada inicialmente para trabajar, por lo que la iluminación lo más seguro es que no sea la adecuada para realizar este tipo de tareas. Por eso te tiene que configurar una estancia.
Dependerá de las características de cada domicilio, pero lo ideal es que no sea en las zonas comunes del hogar y que se encuentre situado en un sitio tranquilo de la casa. Una vez elegido es el momento de condicionarlo ergonómicamente y la luminosidad es uno de los elementos a tener en cuenta.
Es una oportunidad también para darle un estilo a la habitación y a la zona de trabajo, porque además de tener en cuenta las particularidades saludables se pueden introducir elementos de diseño. Así se producirá la sensación que se ha dedicado un tiempo a la confección del espacio para trabajar.
Dejarlo al gusto propio permite tener un grado de satisfacción y que tenga un impacto positivo en la jornada laboral. Debe servir para rendir mejor, porque es un lugar en el cual transcurrirán muchas horas, y estas tienen que ser de calidad porque son las dedicadas a asuntos profesionales.
Es una oportunidad para poder ahorrar en la factura de la luz, con una rebaja en lo que se gasta en electricidad. Utilizando iluminación LED y bombillas de bajo consumo se consigue un ahorro energético, es positivo para el medio ambiente y que la luminosidad sea la más apropiada para trabajar y compaginarse con pantallas de ordenador, teléfono móvil i tablet.
¿Qué luz es mejor para trabajar en casa?
La Iluminación más adecuada para un espacio de trabajo en casa es la luz natural. Es la que permite crear un ambiente en la estancia con un mayor nivel de comodidad, reducir el cansancio, tener menos fatiga visual y dolor de cabeza.
En el caso de tener que realizar tareas específicas tampoco se tiene que renunciar a lámparas. Para que la visión no se vea afectada es necesario evitar que se produzcan resplandores y sombras, que hagan que los ojos se vean forzados.
- Luz natural: el sol y la iluminación natural que ofrece es la mejor aportación lumínica para trabajar desde casa. Es la más agradable para estar concentrado y aportar mayor productividad, además de contribuir a un estado de ánimo positivo. No tiene que ser directa, porque provoca resplandores que son molestos para la vista, especialmente si se producen durante un periodo de tiempo prolongado. Si es necesario por la cantidad de luz que entra en la estancia se utilizan cortinas o persianas para mitigar la intensidad.
- Luz difusa: la opción más acertada es que durante el día entre luz natural y que sea ambiental de noche, repartiéndose por la habitación de manera homogénea. La luz dirigida usarla cuando sea necesario, como una lámpara ajustable de escritorio en momentos en los cuales se necesite para una tarea concreta. Evitar que la luz provenga de detrás porque se producen sombras y provoca molestias en la vista porque deslumbra a través del monitor.
- Iluminación decorativa: no es necesario renunciar a darle un toque personal siempre y cuando se cumplan con las reglas ergonómicas lumínicas. Es perfectamente compaginable y permite crear un ambiente motivador y agradable. La luz tiene que ser indirecta y llegar a todo el espacio sin que se produzcan sombras y reflejos.
- Bajo consumo: la tecnología LED posee la emisión de luz y eficiencia energética más destacada del ámbito, a lo que se le suma una larga durabilidad y un ahorro de electricidad, haciéndose notar en la factura de la luz. El gasto es mucho menor que el de una bombilla alógena. Tampoco produce parpadeos. Actualmente en el mercado también hay bombillas de bajo consumo e inteligentes, con las que puedes cambiar las características de la luz como la intensidad o el color, permitiendo crear un ambiente idóneo. Además se pueden conectar con dispositivos, como el smartphone.
- Nivel de iluminación: lo recomendado para un escritorio es que se encuentre entre los 300 y 500 lux.
- Temperatura de color: la de las bombillas debe estar entre los 3.300 y 5.300 kelvins. Es preferible utilizar bombillas frías que cálidas.
- Rendimiento de color: lo mejor es que se encuentre en un índice de rendimiento cromático cercano a 100.
Crear una oficina en casa
Para convertir un espacio del domicilio en una auténtica oficina en casa es necesario seguir unas pautas en lo que se refiere a ergonomía, para poder trabajar en las mejores condiciones. La luz es un elemento fundamental para conseguirlo.
- La natural es la mejor fuente de luz y con la que es preferible trabajar. Es la que proporciona una mejor salud visual, aporta mayores niveles de concentración y productividad.
- No te pongas cerca de ventanas o balcones que puedan provocar reflejos en la pantalla del ordenador.
- No renunciar al uso de lámparas, pero estas deben ser para tareas concretas. Si el espacio es limitado recordar que una lámpara de pie ocupa un lugar en el suelo que puede ser valioso. Con luces colgantes la habitación queda más abierta.
- Configurar el brillo y el contraste del monitor según las necesidades y la hora del día.
- Usar cortinas y persianas permite modular la cantidad de luz que entra en la estancia.
- Utilizar mobiliario ergonómico para evitar que se produzcan lesiones. También es importante que la home office esté en un sitio tranquilo del hogar para evitar ruidos y distracciones.
- Emplear accesorios de techo y pared para tener una mejor organización para disponer de toda la comodidad para trabajar en casa
- Ponerlo todo a tu gusto para crear el ambiente adecuado, que sea inspirador y te sientas cómodo. Crea el estilo y pon los colores que más te gusten, animen y motiven.
¿Cómo debe ser la iluminación al trabajar con el ordenador?
Proteger la vista es uno de los objetivos de salud que tiene un trabajador para realizar sus responsabilidades. Está relacionado directamente con tareas en las que se desarrolla la jornada laboral delante de una pantalla de ordenador.
Otros factores que se tienen en cuenta en estas facetas a nivel de ergonomía son las lesiones prevenientes de pasar horas sentado, como problemas en la espalda, cuello, piernas o brazos.
La fatiga visual es una incidencia que aparece por la luz azul que se desprende de monitores y pantallas digitales como puede ser la de teléfonos móviles, tablets y aparatos de televisión. Una larga exposición continuada puede hacer surgir picor ocular, ojos llorosos, irritación y visión borrosa. Por eso es tan importante proteger la vista.
Es de suma importancia no forzar la vista por una mala iluminación. Evitar que la habitación esté demasiado oscura o que la luz sea demasiado directa a los ojos. También calibrar el contraste y el brillo de la pantalla, así como que no se produzcan deslumbramientos molestos.
El monitor es preferible que sea de baja emisión de luz azul. Debe colocarse a 90 grados de la fuente de luz natural y que no esté a contraluz o que le toque directamente.
Además de una luz ambiental se puede usar una directa de una lámpara de escritorio cuando sea necesario para iluminar una zona concreta, sin direccionarla directamente a la pantalla.
Para dar un descanso a los ojos es fundamental realizar intermedios cada cierto tiempo, que servirán para estirar las piernas y dejar de mirar a la pantalla durante unos minutos.
Iluminación para las videollamadas
Las videollamadas en el teletrabajo son frecuentes. Tienen el valor de poderse comunicar y ver la cara de las personas con las que se interactúa, cómo si se realizara de manera presencial.
Es la imagen que transmitimos, motivo por el cual este se tiene que cuidar para trasladar una buena presencia. Esta es una cualidad especialmente destacada en el ámbito laboral.
La iluminación es uno de los condicionantes más importantes para que la imagen transmitida en una videoconferencia tenga las características de calidad adecuadas.
Lo más apropiado es que la luz provenga de frente. Si emana desde el techo provoca que se produzcan sombras en el rostro, igual que si es lateral.
Los focos y los anillos de luz LED aportan un carácter más profesional a la imagen de la videoconferencia, si se necesita este grado de calidad en las reuniones virtuales. Estos son los accesorios que utilizan los streamers para sus emisiones.
Si hay ventana ten en cuenta la luz que hay, porque no es la misma intensidad la que se produce en un día soleado que nublado, o si es de día o de noche. Lo más adecuado para el encuadre es que no haya ventanas detrás de la persona, porque se producirá un contraluz y no se la verá porque queda oscurecida.
Hay plataformas de videollamadas que tienen fondos virtuales para que no te tengas que preocupar por lo que aparece detrás de ti. Si no se utiliza este servicio se debe tener en cuenta lo que aparece detrás en cuanto a mobiliario y decoración, porque no tiene que despistar a quién esté viendo la imagen, así como que no sean inadecuados para una reunión telemática de trabajo.
Entre los elementos que se debe atender está el tener un buen aseo personal y vestir adecuadamente. El hecho de estar en casa o fuera de la oficina no es excusa para mostrarse descuidado. En la ropa poner atención en que no se produzca un efecto muaré. También es esencial el lenguaje corporal.
Además de la iluminación es importante la calidad que tenga la cámara para dar la mejor imagen. El plano debe ser corto para que se vea bien la persona y centre la atención.
Lo mejor es que la cámara se encuentre situada a la altura de los ojos. Para una comunicación correcta se tiene que mirar a ella y no a la pantalla, para que parezca que estás mirando a la persona con la que está hablando.