Cada vez más se ven más setup formados con dos monitores. Los teletrabajadores adoptan esta configuración por la eficiencia que aporta en las funciones diarias. Es un sistema que ideal para construir una home office con todas las garantías para trabajar desde casa de forma eficiente.
Modelar el espacio de trabajo a nuestro gusto y necesidades marcará la configuración de la computadora dependiendo de los dispositivos que tengamos que utilizar y las tareas a realizar.
Para no sufrir ninguna incidencia física es fundamental tener en cuenta las condiciones personales, como el tipo de trabajo que realizas, el porcentaje de uso de cada una de las pantallas y cual es tu ojo dominante.
Los dos monitores deben situarse a la misma altura, tener el mismo tamaño o similar y que los ajustes sean muy parecidos para que afecten lo menos posible a la visión, que tengan una excelente resolución y baja emisión de luz azul.
También es importante invertir en material ergonómico, como el mobiliario y los dispositivos como el ratón y el teclado.
El movimiento de cuello y del resto del cuerpo para estar pendiente de las 2 pantallas durante la jornada laboral son aspectos fundamentales a considerar, para aprovechar los beneficios que conlleva un aumento en la productividad y evitar problemas de salud por una mala postura frente al escritorio.
¿Por qué poner un segundo monitor?
Las necesidades laborales diarias comportan que se usen todas las opciones posibles de hardware y software para obtener un máximo rendimiento y que la productividad se mantenga elevada.
Hay cosas que facilitan exponencialmente el trabajo y una de ellas es tener los dispositivos tecnológicos necesarios.
Disponer de 2 monitores lo permite. Es preciso realizar una inversión económica para contar con una segunda pantalla, pero los beneficios que aporta son elevados. Significa una gran ayuda en la jornada laboral por los siguientes motivos:
Aumenta la productividad
El rendimiento es significativamente superior cuando operas con dos pantallas en vez de una, ya que ganas en rapidez porque no tienes que ir abriendo y cerrando ventanas, programas y aplicaciones.
Es especialmente relevante cuando necesitas tener dos cosas abiertas al mismo tiempo, porqué lo tienes todo a la vista. Puedes tener cada cosa en una pantalla diferente, por lo que ganas en eficacia.
Mayor visualización
Cuando necesitas trabajar con diferentes asuntos de forma simultánea es preciso tenerlos todos presentes sin necesidad de hacer ningún clic.
A nivel de organización permite ser más funcional y tener a la vista en un mismo instante documentos, programas, aplicaciones, videos y fotografías.
Incremento de la concentración
Permite que no pierdas el tiempo. Si cuentas los segundos que puedes llegar a perder cada vez que abres y cierras repetidamente programas o ventanas de internet, al cabo del día son muchos minutos.
También esperando que herramientas se carguen o cierren. Si tardan excesivamente además pierdes la concentración porque te corta el flujo de trabajo.
Facilitan la multitarea
La velocidad que te permite obtener por ahorrarte clics y no tener que abrir y cerrar programas, cambiar de uno a otro, hace que expandas tu espacio de trabajo e ir de un lado a otro sin malgastar recursos informáticos ni tiempo.
Está funcionando todo a la vez, accedes más cómodamente a todo y favorece mucho el rendimiento. Es una muy buena solución para la edición de video y audio.
Simplifica la comunicación
Para un teletrabajador las videollamadas son un servicio esencial para la comunicación con compañeros y clientes.
La configuración de 2 pantallas facilita esta interacción, porque mientras en una puedes tener abierta la herramienta de videoconferencias que uses, en la otra visualizas documentos que necesitas consultar para la reunión virtual.
¿Cómo trabajar con dos pantallas a la vez?
La disposición de las pantallas en el setup necesita que tener en cuenta una serie de aspectos de flujo de trabajo y criterios ergonómicos para sacar el mejor rendimiento.
Utiliza monitores que tengan unas medidas iguales o similares y tengan la misma configuración de resolución, brillo, color y contraste para que los ojos no se vean afectados en cada ocasión que se pasa de uno a otro con la mirada.
Deben situarse a la misma altura y la parte superior quedar a la altura de los ojos. Si en la home office se utiliza un ordenador portátil para no tener la vista hacia abajo se recomienda utilizar un soporte. La distancia para tener una visualización cómoda debe ser la longitud de un brazo.
Para colocar las pantallas determina primero la cantidad de tiempo que vas a utilizar cada una.
Si los 2 monitores se utilizan por igual
Cuando utilizas 2 dispositivos no podrás evitar ir girando el cuello para trabajar con ambos. El objetivo es reducir la distancia de estos movimientos para que 2 monitores no acarreen ninguna incidencia física y tener el máximo de comodidad durante la jornada laboral.
Por este motivo en la mesa deben colocarse centrados, justo delante de la cara si estamos sentados rectos. Uno al lado del otro tocándose el lado interior de cada uno. Se colocan en un pequeño ángulo, como un pequeño semicírculo, que permite ganar en confort en la postura de visualización.
Cuando tengas que pasar largos periodos de tiempo enfrente la pantalla lo más conveniente es girar con la silla y no con el cuello, así no lo cargamos. El teclado y el ratón también moverlos para que queden rectos.
Para mitigar la fatiga visual aplicar la regla 20-20-20, con la cual cada 20 minutos desvía la mirada de la pantalla y sitúala en un punto a 20 pies de distancia (6 metros) durante un periodo de 20 segundos.
Si un monitor se utiliza bastante más que otro
En este caso el monitor principal se sitúa en las mismas características que si solo tuviéramos uno, justo frente a nosotros, con el cuello que nos quede recto y la parte superior de la pantalla a la altura de los ojos.
El monitor secundario se coloca al lado del ojo dominante. Se puede saber cuál es fácilmente con un ejercicio, extendiendo el brazo y señalando un objeto que esté en dirección recta a ti.
Cierra un ojo y después el otro. Con uno de los dos quedará centrado y ese es el dominante.
La prueba también pude hacerse estirando el brazo y levantando el dedo pulgar. El monitor secundario estará en un ángulo de unos 30 grados respecto al principal para no forzar el cuello.
El mouse y el teclado tienen que estar enfocados en dirección a la pantalla principal. Aplicar también la regla 20-20-20 para descansar la vista.
¿Cuál es la mejor altura para un monitor?
Las horas que se pasa sentado en un entorno de escritorio hace que sea necesario que se tomen medidas ergonómicas para no sufrir molestias, dolores, contracturas y lesiones.
Ante un monitor es aconsejable llevar a la práctica posturas neutras y que no haya ningún movimiento brusco o forzado, ni de forma esporádica ni que se prolonguen en el tiempo. En este segundo caso las consecuencias son peores.
El objetivo es evitar una disposición incorrecta para no tener que trabajar en una posición corporal incómoda o tener que forzar la vista, que contribuyen a incidencias muscoesqueléticas como dolor de espalda, cuello y muñecas; fatiga visual en forma de irritación ocular, visión borrosa e irritación de los ojos, y dolor de cabeza.
Ten en cuenta el ángulo de visión y la distancia. El primero es el grado existente si se traza una línea imaginaria entre los ojos y el punto de observación.
Lo recomendable es colocar la parte superior del monitor a la altura de los ojos y que el centro de la pantalla quede unos 15 grados por debajo.
Es importante tener bien ajustado todos los elementos con los que trabajamos, como la altura en la que está situada la silla respecto a la mesa. Estar demasiado elevado o bajo afectará directamente para no tener una posición cómoda para la columna vertebral y los músculos.
La distancia de visualización es el espacio que existe entre los ojos y la pantalla. Lo aconsejable es una longitud correspondiente a la del brazo extendido.
Cómo conectar dos monitores
Para tener una configuración de trabajo con dos monitores el primer paso es conectarlos con los cables HDMI o DisplayPort. Si se trata de dos pantallas individuales se tendrán que conectar a la torre, mientras que si se usa un laptop el segundo tendrá que ir enchufado a este.
En el teclado del PC si aprietas Windows+P aparece por la derecha una ventana con 4 opciones. Solo pantalla para PC (únicamente está encendido el monitor principal), duplicado (en los 2 aparece lo mismo), ampliar (es el más utilizado, con la posibilidad de tener diferente contenido en cada uno de los monitores y arrastrar archivos de uno a otro, funcionando como un mismo dispositivo), y solo segunda pantalla (únicamente se utiliza el monitor secundario).
Para personalizar las opciones es preciso ir a Configuración de Windows y posteriormente entrar en Sistema. En el menú de la izquierda la primera opción es Pantalla.
Una vez detectadas las dos se pueden configurar como más te interese, para duplicar, extender y mostrar únicamente una de ellas. En configuración de pantalla avanzada ves las características de cada una.
Si vuelves a la Configuración de Windows y clicas en Personalización puedes cambiar diferentes aspectos como colores, pantalla de bloqueo, temas o fuentes. En el apartado de Barra de tareas tienes la posibilidad de escoger como ver este elemento en las pantallas.