El aire acondicionado es una gran solución para no pasar calor en los meses de verano, pero conlleva algunos problemas como la piel seca. Para evitar los efectos de la climatización en el cuerpo puedes tomar unas medidas de prevención y así impedir complicaciones dermatológicas.
Para combatir el calor en casa existen muchos métodos. El aire acondicionado es uno de ellos. Para trabajar en casa cuando las temperaturas son más elevadas es un dispositivo altamente efectivo, pero pude causar daños en la piel.
Los sistemas de aire acondicionado quitan humedad en el aire y esta circunstancia provoca sequedad de la piel, porque pierde hidratación y capacidad para repararse de forma adecuada.
El pH natural de la piel es ácido, pero factores externos como los cambios de temperatura y la humedad hacen que varíen sus niveles y se vuelva alcalino. Si se encuentra en estos valores altera su estado natural y la barrera protectora de la epidermis se deshidrata, por lo que no funciona correctamente en su función protectora.
En el teletrabajo pasas muchas horas en la home office y bajo los efectos de este sistema de climatización en aquellos periodos del año más calurosos, por lo que es pertinente tomar precauciones.
Mantener la piel hidratada
Cuidar la piel es imprescindible para que mantenga un buen aspecto y prevenir su envejecimiento. Para evitar que esté seca, áspera, pierda flexibilidad y aparezcan arrugas es imprescindible protegerla para que no sufra ningún deterioro.
Mantener la piel hidratada es siempre importante, porque así elimina contaminantes y transporta los nutrientes necesarios a los tejidos que conforman las diferentes capas de dermis. Sin esta hidratación se desarrolla descamación, enrojecimiento, inflamación y picazón.
Los efectos adversos del aire acondicionado no afecta a todo el mundo por igual. Incide en mayor medida en aquellas personas que tienen de por si la piel seca o grasa.
Es recomendable que el aparato de aire acondicionado no esté direccionado al lugar donde se encuentra la persona. Otras consecuencias que tiene la exposición a este sistema de refrigeración son la sequedad de gola, la irritación de los ojos y dolor de cabeza.
Cómo proteger la piel de los efectos aire del acondicionado
Debes seguir unos hábitos para que no se seque la piel con el aire acondicionado y esté hidratada durante todo el día. Son consejos fáciles de implementar en tu jornada para tener un ambiente en la oficina en casa adecuado y puedas mantener la piel saludable con una buena apariencia.
Bebe agua
El mejor método para mantenerse bien hidratado es beber mucha agua. Es un sistema para mantenerse saludable a nivel general, porque es imprescindible para el cuerpo, y entre los beneficios está en el mantener la piel sana.
Una persona adulta es recomendable que beba 2 litros de agua al día, aunque siempre dependerá de su actividad. Imponte beber durante la jornada aunque no tengas sed. Hazlo más de lo habitual, en pequeños sorbos.
Come fruta y verdura
Comer sano es aconsejable en todos los casos. Es indispensable para mantener una buena salud, evitando al máximo las comidas procesadas. Para la piel los alimentos naturales son indispensables, así como para el resto del cuerpo.
Come fruta y verdura durante el día. Los nutrientes que tienen son esenciales. Las vitaminas ayudan a producir más humedad para la dermis.
Son alimentos con gran cantidad de agua, por lo que la fruta y la verdura sirven para hidratarte. Además son refrescantes y apetecen más en verano. La ingestión de estos productos debe estar acompañada de una dieta saludable para tener un cuerpo sano.
Refresca el cuerpo
Además de tomar una ducha, a lo largo de la jornada lávate las manos, brazos y cara. Es una forma muy buena de hidratar la piel. Aprovecha los descansos que te tomes para descansar la vista y estirar las piernas para refrescar la dermis.
Cuando realices esta medida de higiene hazlo con un jabón líquido con ácido láctico, que tiene factor hidratante. El jabón neutro también es aconsejable. El proceso de secado realízalo suavemente, sin frotarte fuerte, especialmente si tienes la piel delicada.
Evita el alcohol y el tabaco
Los hábitos poco saludables como beber alcohol y fumar tienen un impacto negativo en la salud de la piel. Contienen sustancias tóxicas y es importante evitarlos en la medida de lo posible para prevenir sus efectos nocivos.
El alcohol es diurético, provoca pérdida agua del cuerpo y sequedad de la dermis. Además de deshidratación ocasiona vasodilatación.
El tabaco causa una disminución de la cantidad de vitamina A y C en el cuerpo, que entre otras incidencias genera un tono apagado de la dermis y la aparición de arrugas y flacidez. También dificulta el proceso de cicatrización.
Tanto fumar como estar expuesto al humo del ambiente provocado por los cigarrillos tiene efectos negativos. El consumo de alcohol y tabaco ocasionan un envejecimiento prematuro de la piel.
Utiliza un humidificador
Un humidificador permite que en la home office se concentre la humedad adecuada. Es muy fácil de instalar y usar, así no tendrás problemas de sequedad de piel.
Permite crear una atmósfera agradable en la estancia y tener un nivel óptimo de humedad en la habitación.
Ventila la habitación
Es importante que durante el día el aire se renueve, que haya corriente. De cuando en cuando abre las ventanas para ventilar la casa, así se recuperan los niveles de humedad recomendables para la piel y puedes estar trabajando durante horas.
Aplícate crema hidratante
Las cremas hidratantes son un producto que ayuda a que la dermis esté sana y tenga un buen aspecto. Su composición permite refrescarla y que obtenga la hidratación que no tiene de forma natural en las personas de piel seca.
También en las que padecen este problema por factores externos como el funcionamiento de los aparatos de aire acondicionado. Su aplicación permite mantener la piel fresca, hidratada y le proporciona elasticidad.
Cuando trabajes desde casa aprovecha los beneficios de la crema facial y corporal. No te olvides de administrarla también en las manos y los pies, ya que llevas calzado abierto en verano.
Antes de adquirir una crema hidratante mira la composición y procura que sea de buena calidad. Hay una gran variedad para elegir dependiendo de los componentes. El ácido hialurónico es el que atrae la humedad a la piel.
Evita los perfumes
Si tienes la piel seca los perfumes y los jabones fuertes pueden irritar la dermis, así que es mejor no utilizarlos. También es el caso de los productos para lavar la ropa.
Toma descansos
Los descansos durante la jornada laboral son positivos y recomendables para despejar la mente y estirar diferentes partes del cuerpo. Así vuelves con más fuerza a las tareas y tarda más en aparecer la fatiga. Toma varios durante el día, cada cierto tiempo.
Aprovecha estas paradas para caminar por casa y apartarte de la pantalla. Deja la habitación donde tienes instalada la oficina en casa y tienes puesto el aire acondicionado, así también descansas de su influencia.
Ponte protector solar
Si tienes que salir a la calle, sales a pasear para tomarte un descanso, o decides trabajar desde el balcón, la terraza o el jardín, ponte protección solar, especialmente los días con altas temperaturas donde los rayos del sol pegan más fuerte.
No es solo por cuestiones de salud y no te quemes. La luz solar provoca envejecimiento de la piel y pierde hidratación con el sol. Este caso se agrava para las personas que tienen la dermis seca de por si.
Controla la temperatura del aire acondicionado
La temperatura en la habitación debe ser siempre confortable. Esto conlleva que debes llevar la ropa adecuada para cada época del año.
Además de por cuestiones de salud, una climatización correcta supone que no se dispare el consumo energético y un ahorro en la factura de la luz. No pongas el termostato más bajo de lo habitual cuando lo enciendes, porque es derrochar energía y no conseguirás que la habitación esté fresca antes.
La temperatura propicia para el interior de la vivienda en verano es de 26 grados. Recuerda también que es importante que el aire que sale del dispositivo no te toque directamente.
Realiza un mantenimiento del aparato del aire acondicionado, para el cambio de filtros y su correcto funcionamiento. Si no marcha bien es contraproducente y puede comportar problemas respiratorios.