una mujer teletrabaja con un ordenador portátil sentada en un sillon.

¿Se puede usar un sillón como silla de escritorio?

Una jornada laboral tiene una duración de 8 horas, aunque esta cifra puede variar por diferentes variantes. Lo que es seguro es que a lo largo del día te pasas mucho tiempo sentado trabajando desde casa y es esencial que estés en las mejores condiciones posibles. Por este motivo es tan importante tener una silla de escritorio ergonómica para no padecer ningún problema de salud.

Cuando se empieza a realizar teletrabajo buena parte de la gente aprovecha el mobiliario que tiene en el hogar para adaptarlo a sus tareas profesionales.

Pero lo que no tienen en cuenta es que estos elementos no están hechos para pasar largo tiempo en las funciones que nos requieren. Por eso es vital escoger los elementos adecuados para estar cómodos y que el cuerpo no se resienta en forma de dolores y molestias.

La respuesta, por lo tanto, es clara. Lo mejor es no usar un sillón como silla de escritorio. Cada mueble tiene su función y el de un sillón no es el de estar delante de una mesa para trabajar.

Para un momento ocasional se puede utilizar, no hay problema, pero no para estar jornadas prolongadas a diario. El sillón no tiene esa versatilidad. Las posturas empleadas supondrían que se produjeran dolores musculares y que la columna vertebral se viera resentida.

Sillón vs silla de oficina

El lugar donde nos sentamos desempeña un papel importante en nuestro espacio de trabajo. Para desarrollar la productividad con plenas garantías la home office se confecciona con todos los elementos necesarios para que el rendimiento en el teletrabajo sea el máximo.

Todo el mobiliario, dispositivos y accesorios deben tener unas características concretas para cumplir con todas la condiciones de salud laboral.

Las sillas de escritorio tienen un diseño ergonómico para trabajar, con ajustes en las diferentes partes que la conforman para no sufrir problemas físicos. Por lo tanto es relevante crear una advertencia de no utilizar cualquier cosa para hacer las tareas laborales.

Los sillones son un elemento decorativo integrado con el estilo de la casa. Se utilizan por sus características para descansar, leer o mirar la televisión. Son otros menesteres del ambiente del hogar, pero no están pensados para trabajar.

Existen gran variedad con diferentes estilos con diseños de todo tipo, pero su versatilidad no se ajusta para que las necesidades laborales queden bien cubiertas.

Fácilmente pueden crear malos hábitos por su comodidad, porqué están hechos para eso, para que el confort sea impecable. Así que no son un sustituto de una silla de despacho. Puede ser funcional pero no es lo adecuado para trabajar desde casa. Se puede usar de forma ocasional, pero no como algo habitual.

No cumplen con las necesidades de posición del cuerpo, espalda, piernas o distancia del teclado y la pantalla del ordenador. Pueden ser cómodos pero no son lo mejor para la columna vertebral. Tienden a que la persona encorve la espalda, una posición que tiene sus consecuencias físicas con el tiempo.

Además presenta otros inconvenientes como que no se puede ajustar a nuestras características físicas o a la altura de la mesa, lo que conlleva que se fuercen partes del cuerpo.

La ausencia de ruedas hace que posea menos capacidad de desplazamiento, que lo hace más difícil de maniobrar. Si el tamaño es demasiado grande condiciona el movimiento.

No poner el portátil sobre las piernas

La comodidad que proporciona un sillón comporta que podamos usar posturas inadecuadas. Especialmente si la herramienta de trabajo es un ordenador portátil. La facilidad que representa poderlo mover de sitio hace que se traslade de la mesa a colocarlo encima de las piernas.

Este cambio implica que la posición del cuerpo no sea la correcta para trabajar y la espalda deje de estar recta. La postura ya no es la recomendada y el cuello queda forzado para mover la cabeza y que los ojos miren para abajo, en dirección a la pantalla, rompiendo la posición de rectitud respecto a cuándo el monitor se encuentra en el escritorio.

En este caso es preferible utilizar un soporte sobre las piernas para que el movimiento cervical sea menor.

Evita aprovechar otras sillas de casa

Cada modelo de silla cumple una función en cada habitación del hogar. Unas tienen más utilidad y otras son más de carácter decorativo. Las que cumplen con todas las condiciones para tener la mejor postura para trabajar sentado son las sillas ergonómicas.

Por eso es preciso utilizarlas para el teletrabajo. Cualquier otra, como en el caso del sillón, tiene que ser únicamente de manera no habitual.

Las sillas de comedor, aunque permiten tener la espalda más recta, tampoco son una buena alternativa. También evitar las de madera o metálicas plegables, aunque estén acolchadas para hacerlas más cómodas.

Trabajar sentado buena parte del día comporta que los aspectos de salud laboral posean vital importancia, porqué con el paso de los meses ciertas posturas acarrean dolores, lesiones, contracturas y problemas de circulación. La prevención siempre es la solución más efectiva y cumplir con los requisitos de salud lo hace posible.

Si vas a trabajar desde casa y no tienes una silla con diseño ergonómico lo mejor es comprar una. Hoy en día hay una gran variedad de precios. Tu cuerpo lo agradecerá y tu capacidad productiva será superior.

Opciones para sustituir a una silla de despacho

La ergonomía es el puntal principal que debes tener en cuenta para escoger una buena silla de oficina. No vale cualquiera. Es la manera que el cuerpo no se resienta.

En el mercado es posible encontrar múltiples modelos diferentes a elegir para mantener una postura correcta, que se ajustan a tu cuerpo para tener la espalda recta y las lumbares apoyadas, y que el cuello también disponga de una posición adecuada.

Existen alternativas que poseen características ergonómicas. Son otros sistemas que también favorecen tener una buena posición del cuerpo mientras se trabaja en casa. Son tendencias que en los últimos años están ganando mucha aceptación.

Se puede optar por un escritorio de pie, con cinta de correr, un fitball, una silla de bola Zenergy, una de tipo de montar, de rodillas, reclinable o un taburete de equilibrio.

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