Una líder de un equipo remoto habla por el teléfono móvil con un miembro del proyecto sobre aspectos del trabajo

Habilidades para liderar equipos remotos

Liderar equipos remotos de manera eficiente es una labor que requiere habilidades de organización y comunicación. Los gerentes juegan un papel fundamental para la obtención de resultados y mantener la productividad cuando los empleados se encuentran a distancia.

Puedes tener la plantilla repartida por todo el mundo. Las herramientas de colaboración y comunicación son fundamentales, así como realizar un seguimiento de los proyectos y seguir una metodología de trabajo específica.

En esta situación un gestor de equipos afronta particularidades diferentes respecto a si todos los miembros se encuentran en la misma oficina. Debe considerar ciertos aspectos, como trabajar con grupos en diferentes zonas horarias, de culturas diferentes y que tengan las herramientas tecnológicas esenciales para realizar sus tareas laborales.

Para asegurar la eficiencia se requiere una planificación adecuada, una correcta administración del tiempo, poseer toda la información necesaria y tener una estrategia de liderazgo con una mentalidad adecuada para multiplicar el talento de las personas.

El líder es alguien que está atento a cualquier suceso. Debe tener un conocimiento pleno del proyecto que desarrolla y de los miembros que forman parte. Además, fortalecer unas habilidades de dirección para seguir una programación y tener en cuenta el factor humano, con los aspectos psicológicos particulares de cuando diriges a un grupo de personas.

Cumplir con los objetivos de una empresa depende en buena parte de las técnicas de gestión de equipos, además de desarrollar factores de mentalidad y responsabilidad.

Cómo ser un buen líder de equipos remotos

Administrar equipos en remoto es un desafío. La gestión de las personas es un elemento fundamental, especialmente con trabajadores que se encuentran a distancia, así como el dominio del entorno digital, con el correo electrónico y las videollamadas dominando la comunicación.

Claves para liderar equipos de manera eficiente:

Sé un ejemplo

Entre los rasgos esenciales de un líder está el de ser un ejemplo para los empleados. Si eres el primero en exigirte, puedes exigir a los demás. Tienes que aportar valor al conjunto y hacer lo que predicas.

Es una práctica que siempre debe imperar para ser el guía que esperan que sea un gestor de equipos.

Genera confianza

Seguir las actividades diarias de los equipos remotos durante la jornada laboral es diferente que cuando todos se encuentran en un mismo lugar físico.

Con un buen seguimiento, estudiando los resultados y una comunicación constante la confianza que se produce por ambas partes crece y motiva a las personas.

Un buen jefe debe confiar en sus trabajadores, pero también mostrarse como confiable por todos los integrantes del proyecto.

Asegúrate que todos se sientan incluidos

El contacto directo con las herramientas colaborativas y programas de videollamadas permite que exista una comunicación directa entre todos los componentes. Consigue que todos sean participativos y aporten ideas.

Realiza preguntas a los empleados para que sientan que tienes en cuenta sus opiniones y perspectivas. Procura que todos se sientan tratados por igual y que no se producen diferencias de relación con cada uno de ellos.

Saber motivar

Un gestor de equipos debe estar motivado para realizar su labor. De igual manera tiene que transmitir este ánimo al resto de miembros del equipo, especialmente en los momentos más duros o de mayor exigencia. Fomenta el compromiso e impulsa la moral de todos.

Tu trabajo te tiene que apasionar para transmitir los estímulos que deseas, para fomentar que todos los integrantes del equipo se sientan implicados. Crear una cultura de trabajo positiva facilita la pertenencia y la cohesión.

Celebra los éxitos

Celebrar cosas aporta alegría en cualquier contexto. Aunque sean pequeños los objetivos cumplidos, siempre es importante festejarlos con todos los participantes del proyecto.

Es una acción que motiva a las personas y más si viene acompañada de algún tipo de premio o reconocimiento. Además es un hecho que hace equipo y aporta bienestar, especialmente después de cumplir las metas.

Fomenta la socialización

Aunque cada componente se encuentre en un punto diferente geográficamente, es aconsejable crear actividades virtuales para fomentar la cultura remota y la cohesión del equipo.

Es un entretenimiento en el que se pueden realizar juegos, comer juntos ante la pantalla, tomar un café o simplemente conversar, pero esta vez sin hablar de asuntos del trabajo. Acciones de este tipo fomentan la socialización y el compañerismo.

Habilidad para comunicar

Para establecer el liderazgo es imprescindible tener una correcta capacidad de comunicación. Aprovecha las herramientas que ofrece la tecnología en forma de software y dispositivos para exponer el mensaje y desarrollar la colaboración. Es la manera de tener a todos informados, aportar las ideas y transmitir confianza.

El mensaje debe ser claro y hablar con propiedad. No solo se trata de ser el emisor, sino también de receptor para valorar la interlocución de los demás para comprender todo lo que sucede y tener en cuenta sus aportaciones.

Los trabajadores agradecen que exista transparencia en el momento de transmitir información. La comunicación tiene que ser continua y fomentar que todos los miembros se relacionen entre ellos.

Habilidades organizativas

Es imprescindible tener la aptitud de organización para liderar a un grupo de personas. En una estructura de este tipo debes exponer la responsabilidad de establecer y mantener un sistema para que el rendimiento de cada uno de los miembros y de todo el conjunto sea el máximo.

En la planificación es necesario priorizar tareas y decisiones, automatizar procesos y fomentar los buenos hábitos para ser eficientes y alcanzar los resultados esperados.

Establece objetivos claros

Los objetivos siempre tienen que estar bien definidos para poder alcanzarlos. Todos los miembros deben saber cuáles son estos propósitos y las expectativas puestas. Es igual de relevante que conozcan sus características, como los plazos a cumplir.

De esta manera no se producen confusiones por falta de información y el rendimiento no se ve afectado porque la idea está clara. Para determinar las metas es esencial saber los recursos que hay disponibles, a nivel humano, material y económico.

Capacidad resolutiva

Se espera que un jefe de equipo tenga la cualidad de resolver cualquier incidencia que se pueda producir. La toma de decisiones es fundamental para que el trabajo de todo el conjunto sea el correcto para cumplir con los objetivos.

En el camino siempre pueden surgir incidencias y en ese momento es donde un líder debe demostrar sus competencias para actuar de la manera adecuada. Las decisiones que se toman deben ser firmes. Esta capacidad de resolución transmite confianza a los empleados.

Control de la evolución

El hecho de no estar todos en una misma oficina hace que deba existir un control preciso sobre toda la evolución del proyecto. La comunicación del jefe tiene que ser constante cuando lo requiera la situación.

Sirve para dar la continuidad necesaria a los procesos y detectar rápidamente si se produce alguna incidencia. También para ser un punto de apoyo para los miembros del equipo si lo necesitan. Determina indicadores de rendimiento para medir si se cumplen los objetivos cualitativos de todos los componentes.

Confección de equipos

Para asegurar los resultados, el equipo debe estar formado por las personas adecuadas, que con sus habilidades se complementen, aunque se encuentren desarrollando su actividad a distancia.

Es primordial definir claramente las funciones de cada uno de los miembros, así como organizarlos para obtener lo mejor de cada uno. Todos tienen que saber exactamente qué es lo que tiene que hacer y que se espera de ellos.

Permite la autogestión

Confía en los miembros del equipo. En el teletrabajo un cierto nivel de autonomía es positivo. Para que no se ocasione un exceso de comunicación y que se produzca una pérdida de tiempo, aporta a los asalariados un poder de autogestión para realizar tareas, resolver problemas y tomar decisiones.

Si tienen relevancia para el proyecto sí que será necesario que realicen la consulta al jefe del equipo y que deban pasar por su aprobación.

Realiza reuniones individuales

Para conocer más a cada persona y tener un feedback de su parte sobre el trabajo que se realiza y los procedimientos, es interesante reunirse por videoconferencia con cada componente cada cierto tiempo, que queda delimitado a las necesidades del proyecto.

Estos encuentros virtuales proporcionan conocimiento sobre cada persona y consigue establecer una relación de confianza. Debe existir una comunicación fluida para que se eficiente.

Acorta las reuniones

Es importante verse las caras por videoconferencia por razones de rendimiento y para crear vínculos. Las reuniones de grupo sirven para supervisar el proyecto y exponer su evolución.

Pero estos encuentros online deben ser solo los necesarios, porque son una fuente de pérdida de tiempo si no se dirigen correctamente. Prioriza las que sean estrictamente necesarias para seguir avanzando en el trabajo.

También debes mantener el foco y que las reuniones de trabajo sean lo más cortas posible. Un exceso de videollamadas y una duración innecesaria retrasan las tareas y causan también agotamiento, como a largo plazo la fatiga de Zoom.

Muestra empatía

Los componentes del equipo primero de todo son personas. Tienen sus circunstancias particulares, necesidades y problemas, así que un líder debe escucharlos y tener capacidad para encontrar soluciones satisfactorias donde todas las partes se sientan gratificadas.

Los empleados deben notar que te preocupas por ellos. Sé empático con las personas que tienes a tu cargo. Es preciso saber escuchar y así podrás entender mejor a los demás y comprender cuáles son sus necesidades.

Flexibilidad

Aunque exista una planificación detallada de todos los procesos y plazos, es fundamental tener la flexibilidad suficiente para realizar cualquier cambio que no está programado en un inicio, porque en el desarrollo de proyectos aparecen situaciones inesperadas que necesitan tener capacidad de reacción.

Si es necesario se debe optar por nuevas formas de proceder y tener creatividad para mantener la eficiencia. Poseer capacidad de adaptación ante cualquier contexto es básico.

Realiza autocrítica

Todo el mundo se equivoca. Va relacionado con la condición humana. Para mejorar es preciso admitir las veces en la que uno mismo no está acertado.

Reconocer los propios errores no es un signo de debilidad, sino de tener la capacidad de cambiar para progresar. A los ojos de los demás esta cualidad está muy bien valorada.

Qué no debe hacer un líder de equipo

Un jefe debe tener un factor extra de responsabilidad para gestionar a las personas, proyectos, departamentos o empresas. Para que no se vea afectada la productividad ni el clima laboral tiene que evitar cometer ciertos errores:

No hacer nada

Ser el líder del equipo significa llevar la gestión del proyecto, de las personas y supervisar los procedimientos, además de otras tareas. No representa que por el cargo que tienes te dediques a no hacer nada y solo preguntar de cuando en cuando como van las cosas.

Es una postura nada profesional. Los empleados son conscientes de este comportamiento si se produce y esto solo provoca negatividad y falta de motivación.

Provocar divisiones en el equipo

Todos los componentes tienen que estar motivados y que efectúen una cooperación eficiente entre ellos en caso de precisarse.

Un jefe tiene que estar pendiente que se cumpla con el estándar de exigencia y que nadie se sienta excluido respecto al resto, porque supone una fuente de conflictos y el cumplimiento de los objetivos se verá afectado seguro.

Es necesario supervisar la situación de cada uno para que no se produzcan divisiones, dirigir a las personas y fomentar la cooperación entre ellas.

Hablar mal de los compañeros

Si hacer comentarios despectivos hacia los compañeros ya es un mal hábito, en el caso de un jefe esta es una actitud muy dañina, ya que provoca que el resto de integrantes van a poner el foco negativo hacia esa persona que queda señalada. Si hay algún problema es adecuado hablar en privado con ese empleado.

No aceptar cambios

Aunque exista un guion bien definido para completar los objetivos, pueden surgir incidencias que necesitan poder de reacción. Por eso es tan importante estar abierto a cualquier novedad y a maneras de proceder si es necesario.

En los procesos de trabajo la creatividad y las nuevas ideas deben ser siempre bienvenidas para no quedarse estancado. Siempre debes estar abierto a los cambios.

Exponer solo lo malo

Se trata de tener a la gente motivada y no desalentada. Pueden surgir incidencias a lo largo del proceso y que no se cumplan expectativas o bien se produzcan errores, pero esto no es solo lo único que debe hacer llegar un jefe a los miembros.

Si hay fallos es relevante comunicarlos para ser conscientes y solventarlos, pero es sumamente importante alentar cuando se hace un buen trabajo y se consigue alcanzar metas. Transmitir negatividad solo aporta situaciones perjudiciales.

No reconocer el trabajo

El reconocimiento por el trabajo bien hecho es un elemento que debe cuidarse para que los integrantes del equipo se sientan valorados. Negarles esta consideración provoca malestar.

Un tema grave es cuando el jefe se adjudica personalmente todos los méritos cuando el merecimiento es el fruto del esfuerzo de todo el conjunto.

No hablar claro

Todo el mundo agradece que le digan las cosas como son, con la verdad por delante y sin esconder nada. Dentro de las posibilidades empresariales, la mejor opción es aportar a los trabajadores toda la información posible, y que esta sea lo más clara posible. Así saben a qué se atienen y no hay sorpresas.

Dar las cosas por sentado

Que el líder tenga bien claro lo que debe hacerse o como efectuarse, no significa que todos los integrantes lo entiendan igual. La comunicación para cualquier situación es imprescindible y es esencial explicarlo todo, hasta más de una vez o de forma individual si no queda todo claro.

No saber delegar

Aunque te encargues de la gestión, no significa que debas estar pendiente de cada detalle, porque supone un esfuerzo que quita tiempo y energía para supervisar aspectos importantes. Un buen líder debe saber delegar y confiar en los miembros del equipo, además de automatizar áreas para ganar en eficiencia.

Contratar trabajadores poco capacitados

Un equipo tiene que trabajar conjuntamente y debe estar formado por personas capacitadas, que tengan habilidades para realizar sus tareas profesionales y sepan formar parte de un proyecto compartido. Contratar a quién no cumple con unos mínimos solo acarreará problemas.

Tener preferencias hacia algún empleado

Todos los asalariados tienen que ser tratados por igual, sin que existan preferencias hacia alguno de ellos. Esta situación solo provoca que se produzcan situaciones tensas y que los no elegidos pierdan motivación por lo que hacen ya que valoran que es injusto.

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